Quinto acto: Los 'chalecos amarillos' vuelven a manifestarse en París, pero las protestas menguan

Manifestantes con chalecos amarillos se han congregado este sábado en varias zonas de París, la capital francesa, para marchar hacia los Campos Elíseos.

La manifestación de los 'chalecos amarillos' ha reunido a unas 2.200 personas en París y a 66.000 en todo el país. Las cifras contrastan con las de la semana pasada, cuándo se congregaron 136.000 manifestantes en varias ciudades de Francia. El pasado 8 de diciembre 71 personas resultaron heridas, mientras la Policía detuvo a 1150 participantes en la capital francesa. 

A lo largo de la jornada, la Policía francesa ha hecho uso en varias ocasiones del gas lacrimógeno para dispersar a algunos manifestantes. Además, los agentes policiales aplicaron cañones de agua contra algunos grupos de 'chalecos amarillos'.

Las autoridades francesas han anunciado el cierre de varios monumentos a los turistas como medida de seguridad. Se trata del Arco del Triunfo, la Santa Capilla, la Capilla Expiatoria, las torres de Notre-Dame, el Museo de la Conserjería y el Panteón de París.

Según datos de la Policía francesa, 168 personas han sido detenidas este sábado en París y en los suburbios de la capital en el marco de la manifestación de los 'chalecos amarillos'. Unos 8.000 efectivos policiales han sido desplegados este sábado en la capital apoyados por 14 vehículos blindados.

El origen de esta crisis estuvo en la subida de los impuestos a los carburantes. Tras la explosión de la protesta, las reivindicaciones se diversificaron y se centraron en aquellas cuestiones que tenían que ver con el encarecimiento del coste de la vida y con la exigencia de recuperar los servicios públicos perdidos en la Francia periférica.

Medidas del Gobierno francés para acallar las protestas

El pasado 10 de diciembre, tras el cuarto sábado consecutivo de protestas de los 'chalecos amarillos', el presidente francés, Emmanuel Macron, se dirigió a la nación en un discurso televisado y anunció que, además de la moratoria a la subida de impuestos para el combustible, prevista para este 1 de enero, también se habían aprobado las siguientes medidas:

• La subida de 100 euros mensuales del salario mínimo, hasta los 1.600 euros.
• La congelación del alza de las cotizaciones para los jubilados con pensiones inferiores a 2.000 euros.
• La exclusión de la tributación de las horas extra.
• Una petición a las empresas para que paguen al final del año una prima especial a los trabajadores con los sueldos más bajos, no sujeta a impuestos.
• La aceleración de la supresión de impuestos municipales para las familias con menor poder adquisitivo.
• Medidas de acompañamiento y ayuda a los comerciantes que están sufriendo la crisis de los 'chalecos amarillos'.

Estas concesiones no acallaron a las calles parisinas y un día después eran los estudiantes los que salían a protestar la reforma educativa planteada por Macron.

En opinión de Joaquín Arriola, profesor titular de economía política de la Universidad del País Vasco, la clase media y los trabajadores franceses y de toda Europa están descontentos con la política impulsada desde Bruselas.