"La revolución del dinero digital debe funcionar para todos": El FMI plantea los desafíos que impone la "compleja transición" hacia formatos virtuales
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió este jueves que deberá asumir un rol fundamental para que los países puedan "aprovechar los beneficios y gestionar los riesgos del dinero digital".
En dos documentos emitidos este jueves, el organismo de crédito internacional considera que debe arrogarse el papel de "monitorizar, asesorar y ayudar a administrar esta transición compleja y de gran alcance" hacia las monedas virtuales.
"En el FMI debemos identificar y ayudar a los países a resolver las compensaciones y los desafíos políticos más profundos que están surgiendo", señala un comunicado que lleva la firma de Tobias Adrian, consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y Mercados Financieros, y Tommaso Mancini-Griffoli, subjefe de División en el Departamento de Mercados Monetarios y de Capital de esa entidad.
Para el Fondo, el dinero digital puede hacer que los pagos sean más accesibles, rápidos y baratos, destaca el reporte, y agrega que esas innovaciones ya son una realidad y están en constante crecimiento: "Un artesano local puede recibir pagos de forma más barata, posiblemente de clientes extranjeros, en un instante. Un gran conglomerado financiero puede liquidar las compras de activos de manera mucho más eficiente. Los amigos pueden dividir las cuentas sin llevar dinero en efectivo. Las personas sin cuentas bancarias pueden ahorrar de forma segura y crear historiales de transacciones para obtener microcréditos", ejemplifican.
Un uso controlado
En el texto, los asesores del Fondo destacan que el dinero digital "debe ser regulado, diseñado y proporcionado para que los países mantengan el control sobre la política monetaria, las condiciones financieras, la apertura de cuentas de capital y los regímenes cambiarios".
"La revolución del dinero digital debe funcionar para todos y los países deben guiarla, en lugar de dejarse guiar por las transformaciones tecnológicas", sostiene el FMI.
El documento hace una distinción entre las monedas digitales de un banco central, las monedas estables y el dinero electrónico, en los que se centra, y los criptoactivos, incluyendo el bitcóin.
Sobre estos últimos, la entidad multilateral había publicado a comienzos de esta semana un comunicado en el que advertía que, si bien algunos países piensan adoptarlos como moneda nacional, "hacerlo no es sencillo", ya que ello conlleva riesgos sustanciales para la estabilidad macrofinanciera, la integridad financiera, la protección del consumidor y el medio ambiente.
"Requiere una inversión significativa, así como decisiones políticas difíciles, como aclarar el papel de los sectores público y privado en la provisión y regulación de formas digitales de dinero", manifestaron sus asesores.