EE.UU. "es un infractor de reglas reconocido mundialmente": China denuncia al "maestro de la intimidación"
El portavoz del Ministerio de Defensa chino, coronel senior Wu Qian, manifestó este jueves en conferencia de prensa que EE.UU. es "un maestro de la intimidación" y que debería dejar de promover un "orden hegemónico".
El comentario llega tras las declaraciones del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, sobre la necesidad de contrarrestar la "agresión y la intimidación de China", así como del jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, quien afirmó que Beijing y Moscú "tienen la intención de cambiar el actual orden internacional basado en reglas".
"Los comentarios de Estados Unidos, como siempre, reflejan una fuerte mentalidad de Guerra Fría, una mentalidad hegemónica, y revelan su ansiedad ante el ascenso pacífico de China. Cualquiera que sea la expresión que use Estados Unidos, ya sea 'intimidación' o 'socavar las reglas y el orden internacional', creo que todos los términos se aplican al propio Estados Unidos", argumentó Wu Qian.
En este contexto, ilustró con varios ejemplos lo que es el comportamiento de Washington como "maestro de la intimidación", con hechos como la "invasión descarada" a Irak y la "intervención armada" en asuntos internos de Siria. Asimismo, recordó el bombardeo de la embajada china en Yugoslavia hace 23 años.
Además, resaltó que el país norteamericano "es un infractor de reglas reconocido mundialmente" y agregó que es "el país menos calificado para culpar a otros" en lo que se refiere al acatamiento de leyes y reglas internacionales. "EE.UU. siempre aplica el derecho y las normas internacionales cuando se ajustan [a sus intereses] y los abandona cuando no es así", dijo en referencia a la renuncia estadounidense a varios acuerdos internacionales.
Asimismo, instó a Washington a "detener la incorrecta práctica de presentar sus reglas internas como normas internacionales y promover un 'orden hegemónico' al estilo estadounidense". Finalmente, agregó que Beijing espera que EE.UU. "acepte el desarrollo pacífico de China de manera objetiva y racional", lo que sería beneficioso tanto para las relaciones bilaterales entre ambos países como para la paz y la estabilidad mundial.