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Acusan a un dentista de envenenar a su esposa con un batido de proteínas en un "asesinato atroz, complejo y calculado"
El sospechoso habría envenenado las bebidas de su pareja con arsénico y luego le dio una dosis letal de cianuro de potasio.
Un dentista de la ciudad de Aurora, en el estado de Colorado (EE.UU.), fue arrestado el domingo acusado de matar a su esposa. La Policía local cree que James Craig, de 45 años, envenenó los batidos de proteínas de su pareja con arsénico y luego le dio una dosis letal de cianuro de potasio.
El sujeto fue detenido bajo sospecha de asesinato en primer grado luego de que su cónyuge, Angela Craig, muriera durante su tercera hospitalización este mes. Mientras la mujer agonizaba en el hospital, el sospechoso supuestamente se reunió con su amante, con la que planeaba comenzar una nueva vida.
Las autoridades comenzaron a investigar a Craig después de que un colega y amigo, Ryan Redfearn, informara a una enfermera que este había pedido cianuro de potasio, a pesar de que no era necesario para su práctica dental. El dentista le había dado instrucciones a un gerente de la oficina para que no abriera el paquete, pero otro empleado lo hizo, lo que llevó a su descubrimiento y divulgación.
Asimismo, Redfearn informó a las fuerzas del orden que Craig estaba al borde de la bancarrota y experimentaba dificultades maritales.
"Asesinato atroz, complejo y calculado"
Los investigadores creen que el acusado mezcló uno de los batidos de proteínas de su esposa con arsénico a principios de mes y luego le dio uno que contenía cianuro de potasio antes de que fuera readmitida en el hospital.
Por otra parte, las autoridades interceptaron la entrega de una tercera sustancia. Se trata de oleandrina, un elemento venenoso que se encuentra en las hojas de la planta de la adelfa. Según los informes, habría sido pedido por el sospechoso.
"Cuando los detalles sospechosos de este caso salieron a la luz, nuestro equipo de oficiales y detectives de homicidios trabajaron incansablemente para descubrir la verdad detrás de la repentina enfermedad y muerte de la víctima", dijo Mark Hildebrand, jefe de división de la Policía de Aurora. "Rápidamente se descubrió que se trataba de un asesinato atroz, complejo y calculado", agregó.
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