El presidente del Gobierno español recaba el apoyo del Congreso en el primer asalto de la moción de censura

Este martes ha comenzado la moción de censura contra el presidente del Gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, presentada por el grupo parlamentario del partido de ultraderecha Vox. El objetivo es sustituir a Sánchez por su candidato, un exdirigente comunista y catedrático de Economía que no milita en sus filas, Ramón Tamames, de 89 años.

El debate ha comenzado a las 9 de la mañana y se espera que no finalice hasta, al menos, el miércoles por la tarde, cuando previsiblemente tendrá lugar una votación cuyo resultado, salvo sorpresa, es conocido de antemano. Así, se espera que Tamames solo obtenga el respaldo de los 52 diputados del grupo que lo ha presentado.

La sesión de la mañana se ha alargado durante más de seis horas, ante el visible cansancio del candidato a la presidencia, que en varias ocasiones ha hecho llamamientos a recortar los discursos, llegando a solicitar a la presidenta de la Mesa, Meritxell Batet, un cambio en el reglamento de la Congreso para limitar el tiempo de las intervenciones.

Cara a cara entre Santiago Abascal y Pedro Sánchez

La mañana ha comenzado con la intervención de Santiago Abascal, presidente de Vox, que durante 40 minutos se ha dedicado a glosar los motivos por los que era necesario presentar la moción de censura para la convocatoria inminente de elecciones anticipadas.

Abascal ha dedicado una parte de su discurso a tender la mano al conservador Partido Popular, principal partido de la oposición, que durante las últimas jornadas había anunciado su abstención argumentando que no quería apoyar la moción, a la que llegó a calificar de "esperpento", pero tampoco favorecer al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez.

Además, el líder de Vox tocó los temas clásicos del argumentario de su formación. En ese sentido, atacó las políticas feministas, como la 'ley trans'; lo que denomina como política de "puertas abiertas" en inmigración, que considera responsable del aumento de las violaciones; y el incremento de la delincuencia en el país.

En el plano económico, ha mencionado la elevada inflación y ha hecho hincapié en la deuda pública, acusando a Sánchez de haber "endeudado a generaciones y generaciones solo para que unos delirios de autócrata no se vieran recortados ni un solo céntimo".

Las políticas energéticas y sobre el agua también han merecido críticas, así como la política fiscal, que definió como "un latrocinio permanente a las clases medias".

Por su parte, Pedro Sánchez realizó en la réplica a Abascal su intervención más dura, dirigida tanto a Vox como al Partido Popular, al que afeó reiteradamente su abstención. Así, sostuvo que "por mucho que intenten separarse de Vox se parecen como dos gotas de agua".

Sánchez denunció que el partido de ultraderecha había votado en contra de todas las políticas progresistas presentadas por su Gobierno y a favor de las políticas regresivas del PP, y añadió que no podía "mencionar un solo logro suyo para mejorar la vida de los españoles porque sencillamente no existe".

El presidente llegó a decir que "Vox es en la política española lo que la comida ultraprocesada en la dieta mediterránea" y que todas las derechas españolas comparten la misma ficción: que el país vive en una dictadura y que no tiene el Gobierno que debe tener.

Tras hablar del conflicto catalán, que vive sus momentos más distendidos desde hace más de una década, y de la corrupción, que propició el anterior cambio de Gobierno, Sánchez se preguntó cuál era el verdadero motivo de esta moción de censura: "Su candidato es un señuelo y usted, señor Abascal, es el comodín que necesita el Partido Popular", concluyó.

Sánchez y Díaz responden al candidato

Tras el duelo dialéctico inicial entre Sánchez y Abascal, llegó el turno del candidato a la presidencia. Tamames leyó su discurso, muy parecido al borrador filtrado a la prensa la semana pasada.

El catedrático de Economía hizo un repaso por la actualidad del país desde un prisma conservador muy alejado de la militancia comunista de la primera mitad de su vida. Así, se quejó del elevado gasto y de la abultada deuda pública, y rechazó algunas mejoras laborales, como el salario mínimo vital o la reciente propuesta de elevar las indemnizaciones por despido.

En un tono alejado de la retórica parlamentaria, evitó palabras gruesas y la confrontación hosca, aunque abogó fuertemente por la necesidad del cambio de Gobierno, mientras censuraba políticas sociales que, en su opinión, son "medidas electoreras", haciendo referencia a la cercanía de diversas fechas electorales.

El tono amable fue replicado por Sánchez en su contestación, en la que hizo un repaso de todos los temas tocados por Tamames relatando cada una de las políticas que el Gobierno ha implementado al respecto.

Así, para Sánchez ha sido una oportunidad para loar todos los logros del Ejecutivo que preside y para compararlo con las políticas que desplegó el anterior Gobierno conservador de Mariano Rajoy tras el estallido de la crisis económica, a tenor del por entonces consenso europeo de la austeridad.

La hora y 40 minutos empleados por Sánchez se le hicieron largos a Tamames, que en su breve réplica lo criticó de manera explícita, solicitando una mayor brevedad de las intervenciones y una mayor concreción en las respuestas a sus planteamientos.

Mucho más dura fue a continuación la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo –además de líder del grupo de la coalición de gobierno Unidas Podemos–, Yolanda Díaz, que también tomó la palabra para responder al candidato de la moción. Díaz mostró su sorpresa por el hecho de que una persona de la trayectoria de Tamames se hubiera prestado a "blanquear" a un partido de extrema derecha.

Si Sánchez sostuvo que no había sido "la mejor decisión" en la vida del exdirigente comunista, Díaz ahondó en este concepto, calificando el procedimiento que comenzaba hoy de un mal momento para la democracia.

¿Qué se sabe de la moción de la ultraderecha con un candidato nonagenario para sustituir a Sánchez en el Gobierno?

Así, la ministra de Trabajo indicó que Tamames no estaba dando cumplimiento a la Constitución, puesto que el reglamento del Congreso establece que este instrumento debe ser propositivo, mientras que el catedrático no había desgranado un programa de gobierno alternativo y su única intención era destructiva, acabar con el Gobierno actual.

La intervención de Díaz, que habló de las mujeres que ni siquiera fueron nombradas por Tamames y de los logros laborales de su Ministerio –agradeciendo a todos los miembros del Ejecutivo por su labor y a los grupos parlamentarios que habían apoyado sus políticas–, tuvo un sabor preelectoral, como sostuvo el propio Tamames en su réplica.

El resto de partidos toman la palabra

Ya por la tarde, tras un pequeño receso, ha llegado el turno del resto de grupos del Congreso, que han comenzado a intervenir por orden de menor representación parlamentaria a mayor.

Así, la sesión de la tarde ha sido inaugurada por el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, que anunció su voto en contra.

Posteriormente, el representante de Foro Asturias también ha dicho que votará en contra, aunque ha arremetido contra el Gobierno.

Después ha llegado el turno de los representantes del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), de Coalición Canarias, de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), de EH Bildu, Partido Nacionalista Vasco (PNV), Ciudadanos, Bloque Nacionalista Galego, Compromís, Más País, Partido Demócrata de Catalunya (PDECat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

El diputado de UPN, Aitor Esteban, ha sido de los más duros con el candidato de la moción y ha calificado de "ovnis" a los 52 diputados de Vox: "obvios, ventajistas, interesados", ha dicho. Además, ha sostenido que el discurso de Tamames ha estado plagado de "simplezas" y que ni siquiera él se cree que es candidato a la presidencia del Gobierno.