Cazas de quinta generación F-22 de EE.UU. aterrizan en Filipinas por primera vez
Dos cazas F-22 Raptor de la Fuerza Aérea de EE.UU. aterrizaron recientemente en la base aérea filipina de Clark, la más grande de la OTAN en Asia durante la Guerra Fría, en el marco del reciente anuncio realizado por el presidente Ferdinand Marcos Jr. sobre la concesión al Ejército estadounidense de instalaciones militares adicionales en la región.
Durante el ejercicio, los pilotos estadounidenses del 525.º Escuadrón de Cazas con base en Alaska se unieron a los aviadores de la 5.ª Ala de la Fuerza Aérea filipina para sobrevolar a baja altitud, realizar prácticas de combates aéreos simulados, cumplir con un entrenamiento de formación y, utilizando un avión cisterna KC-135 Stratotanker, hacer ejercicios de patrullaje sobre el disputado mar de la China Meridional.
"Esta fue la primera vez que un F-22 o un avión de quinta generación aterriza y opera desde Filipinas", comentó el capitán Karl Schroeder, piloto de Raptor, en un comunicado emitido por la Fuerza Aérea estadounidense.
"Este hito con un aliado regional ayuda a proporcionar estabilidad y seguridad al Indo-Pacífico", sostuvo.
La estabilidad regional se convirtió en un problema cada vez más evidente a medida que aumentaban las tensiones con China, que conllevaron la suscripción del Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de Defensa (EDCA, por sus siglas en inglés), mediante el cual el Ejército de EE.UU. extiende su presencia en el país asiático.
El EDCA otorga a las fuerzas estadounidenses acceso a varias bases militares, entre ellas, a la de Pampanga en la isla de Luzón, que comenzó a rehabilitarse para ser utilizada como centro de las fuerzas conjuntas, ejercicios y asistencia humanitaria, informó el Instituto Naval estadounidense (USNI).