Actualidad
Filtran desde Bruselas por qué se atascó el nuevo paquete de sanciones europeas contra Rusia
Según diplomáticos de la UE, las objeciones cruciales provienen de dos miembros del bloque.
Las negociaciones sobre el undécimo paquete de sanciones contra Rusia se han atascado en la Unión Europea por la oposición de Atenas y Budapest, que exigen que sus empresas sean borradas de la lista de "patrocinadores de guerra" compilada por Kiev, según fuentes de Politico.
Dos rondas de conversaciones al respecto en Bruselas terminaron esta semana sin un acuerdo a la vista, ya que tampoco había "presión para avanzar realmente en las otras partes", dijo al medio un diplomático europeo anónimo.
Hungría fue el único país de la UE que presentó sus objeciones durante la reunión de ministros de Relaciones Exteriores celebrada el lunes, insistiendo en que las acusaciones infundadas de Kiev contra su principal institución financiera, OTP Bank, podrían formalizarse con el 11.º paquete de sanciones del bloque. No obstante, el miércoles, de acuerdo a las declaraciones de otros diplomáticos, Grecia se puso al frente de la discusión y expuso que las acusaciones de elusión de sanciones pueden volverse "muy perjudiciales" para su economía.
"Grecia reiteró que, en caso de que existan pruebas concretas de infracción de las sanciones, estas deberían ponerse en conocimiento de los Estados miembros implicados, a nivel técnico, para que se investigue adecuadamente y luego se tomen las medidas oportunas", informó una de las fuentes.
El periódico señala que los diplomáticos evitan nombrar y avergonzar públicamente a quienes estancan las negociaciones, supuestamente, por temor a que otros países miembros, cuyas empresas están en la mira de Ucrania, también puedan 'rebelarse'.
Budapest adoptó una postura neutral desde el principio del conflicto en curso entre Moscú y Kiev, negándose a proporcionar ayuda militar a Ucrania o permitir que el material bélico occidental pasara por su territorio. Aunque Hungría participó en gran medida en las sanciones europeas, criticó repetidamente las restricciones y se opuso a aquellas que podrían afectar su propia economía, sobretodo sus sectores de energía convencional y atómica.
Atenas también desafió los esfuerzos del bloque para cortar los lazos económicos con Moscú. Las importaciones de productos rusos por parte de Grecia se duplicaron con creces hasta un valor récord de 9.330 millones de euros (10.000 millones de dólares) el año pasado. Sin embargo, el superávit de la balanza comercial fue negativo en 2022 porque el valor de las exportaciones griegas a Rusia disminuyó en más de 50 millones de euros, hasta unos 156,4 millones, mientras que las importaciones de mercancías rusas estaban creciendo.
comentarios