La versión británica del "mejor dron del mundo" no puede con el mal clima

Los drones espía británicos Watchkeeper, que cuestan más de 6 millones de dólares por unidad, no pueden utilizarse en malas condiciones meteorológicas, informa The Times.

Los aparatos fueron desarrollados a partir de los vehículos no tripulados israelíes Hermes 450, ampliamente usados en patrullajes de zonas pobladas por palestinos y en operaciones antiterroristas.

Sin embargo, al entrar en servicio de las Fuerzas Armadas británicas, los drones fueron modificados tan ampliamente, con más de 2.000 requisitos adicionales, que se volvieron demasiado pesados, lo que contribuyó a que el programa general fuera un "desastre absoluto", según Mark Francois, diputado conservador y miembro del Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes.

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Una investigación sobre adquisiciones de defensa realizada por este comité encontró que el programa, que entró en servicio con muchos años de retraso, estaba "atascado" por 265 requisitos de usuario y 1.910 requisitos adicionales del sistema.

Los drones Watchkeeper fueron desarrollados tras una investigación llevada a cabo por Chris Lincoln-Jones, exmayor del Ejército británico, que había observado a los Hermes 450 en acción hace años. Esta resultó en que el Ministerio de Defensa de Reino Unido encargara comprar 54 aparatos de este tipo, rebautizados como Watchkeeper. El costo total del proyecto fue de 1.400 millones de (más de 1.750 millones de dólares).

Lincoln-Jones calificó al Hermes 450 como el "mejor dron del mundo". Según el experto militar, este aparato es capaz de espiar objetivos en tierra durante 17 horas, ser armado con distintos tipos de municiones y realizar ataques de precisión.