Centenares de detenidos en una ola de disturbios antisirios en Turquía
Varias regiones de Turquía se vieron sacudidas esta semana por violentas protestas contra los refugiados sirios que residen en el país después de que se reportara en línea que un hombre sirio había abusado sexualmente de una menor de la misma nacionalidad en la ciudad central de Kayseri.
Los disturbios empezaron la noche del domingo en esta misma localidad —donde grupos violentos incendiaron negocios y casas de sirios y volcaron automóviles—, y se extendieron a otras zonas del país con la demanda de que los refugiados del país vecino sean expulsados de Turquía.
Saldırgan grup Suriyelilere ait arabaları yakmaya başladı Polis saldırgan gruba müdahele etmeyerek, sadece izlediği öğrenildi pic.twitter.com/5t8fFjqW4b
— DEM NEWS (@DemNews1) June 30, 2024
El ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, informó el 2 de julio que "tras el desagradable incidente que tuvo lugar en Kayseri anoche, se llevaron a cabo acciones de provocación contra los sirios en algunas ciudades" del país. Como resultado, "474 personas fueron detenidas luego de acciones de provocación realizadas por medios ilegales". En este contexto, Yerlikaya instó a la ciudadanía a "no entrar en provocaciones" y a "actuar con moderación".
#SonDakika | Kayseri’de Suriyeli mültecilere ait evler yakılıyor Suriyeli aileler korku içinde başka evlere sığındı pic.twitter.com/xQZg9rLH8h
— DEM NEWS (@DemNews1) June 30, 2024
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también condenó la violencia y culpó a la oposición de incitarla, tachando de "impotencia" el recurso a la política del odio en aras de obtener ganancias políticas. "No se puede lograr nada alimentando la xenofobia y el odio hacia los refugiados en la sociedad", aseveró el lunes durante un evento de su partido.
Kayseri'de bir kepçe operatörü Suriyelilere ait olduğu iddia edilen araçları parçalıyor. #kayseripic.twitter.com/wCMMH0oY8L
— GüçlüOl (@artikguclu) July 1, 2024
Por su parte, Umit Ozdag, líder del partido antiinmigración Zafer, culpó de la violencia al Gobierno, afirmando que "desde hace años ha tendido una gran trampa con la inmigración" en el país. "Algunos de nuestros ciudadanos encontraron duras mis declaraciones. Algunos describieron mis preocupaciones como delirios. Llegados a este punto, casi todos vieron que nuestras advertencias estaban justificadas", aseveró en su cuenta de X, en referencia a las protestas antisirias.