La orden de Trump de congelar la ayuda exterior genera avalancha de solicitudes de exención
Grupos de ayuda y funcionarios responsables de administrar los programas de asistencia en el extranjero han inundado el Departamento de Estado de EE.UU. de peticiones de exención, después de que el pasado viernes quedaran congeladas por tres meses prácticamente todas las iniciativas de ayuda externa financiadas por el Gobierno, reporta The Wall Street Journal.
Mientras la Administración de Donald Trump reevalúa su eficiencia y coherencia con la política exterior, muchos programas de asistencia en el extranjero, como la formación antiterrorista en Somalia, el tratamiento del VIH en Uganda, la incautación de drogas en Colombia o el de prótesis para refugiados de Birmania, entre otros, quedaron repentinamente en un limbo.
Las ONGs y grupos de ayuda que se beneficiaban de financiación gubernamental recibieron órdenes de 'suspensión del trabajo' para que no utilizaran los fondos estadounidenses que ya habían recibido.
Según AP, al menos 56 altos funcionarios de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) fueron puestos en licencia este lunes bajo la sospecha de que opusieron resistencia al cumplimiento de las políticas presidenciales.
Fuentes de la agencia confirman que se lanzó una investigación en torno a sus supuestos esfuerzos por frustrar las órdenes de Trump. También indicaron que varios centenares de contratistas basados en Washington y en otros lugares terminaron sin trabajo.
Una notificación interna de USAID de este lunes, a la que ha tenido acceso AP, hace constar que el nuevo administrador en funciones, Jason Gray, ha identificado "varias acciones dentro de USAID que parecen diseñadas para eludir las órdenes ejecutivas del presidente y el mandato del pueblo estadounidense". En resultado, la agencia puso a varios empleados en licencia administrativa con sueldo completo y beneficios hasta nuevo aviso, escribió Gray.