
El documento que selló la caída del imperio 'donde no se pone el sol'

Los "trescientos años de calma" en Venezuela, tras la conquista española, terminaron con la firma del Acta de la Independencia, el 5 de Julio de 1811, un documento que abrió la puerta de la emancipación de la Corona española para el actual país suramericano y para la región.
Hace 214 años se cerró un proceso iniciado el 19 de Abril de 1810, cuando fue desconocida la autoridad del capitán general Vicente Emparan. Su figura fue sustituida por la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, en el contexto de la crisis política en la Corona española.
En ese entonces se produjo la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII y la invasión de Napoleón Bonaparte a la Península Ibérica, que puso en el trono a su hermano José Bonaparte.

En ese 5 de julio, el Congreso Constituyente declaró la Independencia "absoluta" del llamado 'imperio donde no se pone el sol', según refiere Red Angostura. Esta proclamación "no fue nada sencilla", destaca la Revista Memorias, porque los congresistas no estaban del todo convencidos de dar ese paso.
Así, fueron los miembros de la Sociedad Patriótica, entre ellos Simón Bolívar y Francisco de Miranda, quienes encabezaron los llamados públicos a los diputados para que tomaran una decisión a favor de la causa emancipadora.
El comienzo del final
En esa jornada, los presentes gritaban" "¡Viva La Patria! ¡Viva La Libertad!" y un grupo de personas —entre las que estaban Miranda y el republicano Francisco Espejo— salió del Congreso a celebrar a las calles, mientras que la bandera tricolor fue izada. El acta de Independencia fue escrita por el abogado Juan Germán Roscio y por el médico y periodista Francisco Isnardi.
Finalmente, el 14 de julio, luego de que el Acta de Independencia fuera refrendada y autorizada, se proclamó en la Plaza Mayor, que es la actual Plaza Bolívar, en pleno centro histórico de Caracas. De este modo, Venezuela se independizó de España.
Aunque 1811 marcó el inicio de la independencia, al país le restaban 10 años más de guerra para conseguirlo, con la Batalla de Carabobo, en 1821. Sin embargo, el llamado "ejemplo que Caracas dio", frase que está consagrada en una de las estrofas del Himno Nacional de Venezuela, sirvió de faro moral para que otras naciones bajo el dominio español consiguieran su libertad, cuatro de ellas de la mano de Bolívar.
Bolívar ante la Sociedad Patriótica
Dos días antes, el 3 de julio de 1811, el Libertador pronunció su histórico discurso ante la Sociedad Patriótica, donde dijo:
Se discute en el Congreso Nacional lo que debiera estar decidido. ¿Y qué dicen? Que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviésemos confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos atender a los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma! Trescientos años de calma, ¿no bastan? La Junta Patriótica respeta, como debe, al Congreso de la nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos.
El regreso de Miranda
Dos años antes de la firma del Acta de Independencia, el joven Bolívar, con apenas 27 años, viajó a Reino Unido en busca de apoyo para la recién constituida Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, pero no logró resultados.
Sin embargo, Miranda, ya con 60 años y con un intento fallido de liberar a Venezuela en 1806, fue convencido por el Libertador para que regresara a su país a conformar la Junta Patriótica.

El 2 de marzo de 1811, se instaló el I Congreso Constituyente de Venezuela, que estaba integrado por 30 diputados de distintas provincias. En su seno había divergencias: mientras un grupo apoyaba mantenerse fiel a la Corona y esperar la resolución de la crisis política; otro, donde estaba Miranda, proponía independizarse.
Miranda, además, presidía la Sociedad Patriótica, a la que también pertenecía Bolívar. Desde allí se ejercía presión sobre los diputados del Congreso Constituyente para convencerlos de que la mejor alternativa era romper con el yugo español.