El Gobierno de Venezuela rechazó este martes un informe divulgado por el Departamento de Estado de EE.UU. en el que se señala a los supuestos países que, según Washington, serían permisivos con el tránsito del narcotráfico y la producción de drogas ilícitas.
A través de un comunicado divulgado en Telegram por el canciller venezolano, Yván Gil, su despacho repudió las afirmaciones de EE.UU. y señaló que la administración de Donald Trump pretende, con base en la mentira, erigirse a través de una "imaginaria e ilegitima autodesignación, como juez y policía del mundo".
"Todas las aseveraciones del referido informe carecen de fundamento y contradicen los datos oficiales de organismos internacionales especializados", agregó Caracas, al citar un estudio comprendido entre 1999 y 2025 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en la que se certifica a Venezuela como territorio libre de cultivos ilícitos.
"Además, está debidamente comprobado que no existen en nuestro país cárteles ni plantaciones destinadas al procesamiento de drogas", señaló Caracas con respecto a la información que aparece reflejada en los propios informes de la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés) de los años 2024 y 2025.
En esos informes, agrega el Ejecutivo venezolano, Venezuela no aparece señalada ni como productor, ni como traficante, ni cultivador, ni como centro de acopio de drogas. "En conclusión, de acuerdo con todos los informes de organismos especializados en la materia, nuestro país no constituye un actor relevante en este ámbito".
"Este mismo informe reafirma que la producción de cocaína proviene fundamentalmente de Colombia, donde la economía del narcotráfico se consolidó durante años bajo la protección de distintos gobiernos aliados a los EE.UU., sumada al Perú, donde la producción ha ido incrementándose desde la llegada de gobiernos ilegítimos luego del golpe de Estado al presidente Pedro Castillo", indicó la Cancillería venezolana.
"No es más que una mentira bochornosa"
Caracas señaló que en Venezuela, donde EE.UU. no ha podido operar desde que llegó la Revolución Bolivariana, la lucha contra las drogas se diferencia sustancialmente de países donde Washington actúa como colaborar en esa materia.
Por ejemplo, dice la Cancillería venezolana, "llama poderosamente la atención que, desde el inicio del Plan Colombia en el año 2009, cuando se instalaron al menos ocho bases militares de los EE.UU., ha ocurrido un crecimiento permanente de la producción de cocaína, tal y como lo señalan los informes de la ONU".
"El mismo ONUDD para el año 2025 señala que el 87 % de las exportaciones de cocaína provenientes de Colombia se moviliza por el océano Pacífico, un 8 % sale por la Guajira colombiana y apenas un 5 % intenta movilizarse a través del territorio venezolano", indica Caracas, que destaca que del tráfico de drogas que las organizaciones criminales buscan pasar por su territorio, al menos 70 % de esos estupefacientes son capturados por las autoridades.
En lo que respecta al delito de lavado de activos provenientes del narcotráfico, Venezuela resalta que, según la ONUDD, el comercio global de la droga genera entre 426.000 y 652.000 millones de dólares anuales. De esa cantidad, "entre un 20 y un 30 % de ese dinero es lavado en los EE.UU. llegando a representar un 2,7 % del PIB de este país".
"En efecto, bancos como HSBC, Wells Fargo, DT Bank, entre otras entidades, han recibido multas históricas por admitir su vinculación con el lavado de capitales provenientes del narcotráfico", agrega la diplomacia venezolana, que advierte que con base en esas "estadísticas de carácter oficial que provienen de instituciones como la ONU, y el propio gobierno de los EE.UU. a través de la DEA, el Departamento de Estado, y el Departamento del Tesoro, queda en evidencia que la reciente narrativa que se intenta imponer contra Venezuela, no es más que una mentira bochornosa".
Agresión militar para un "cambio de régimen"
Para Caracas, las acusaciones de EE.UU. también forman parte "de una nueva fase de la obsesiva, permanente y fracasada política de 'cambio de régimen' implementada por las élites alrededor del poder en Washington contra un Estado libre y soberano como Venezuela".
"A esta gran farsa de propaganda al peor estilo hollywoodense, se suma ahora un nuevo elemento: la amenaza de agresión militar contra Venezuela, instrumentalizando un asunto que corresponde tratar exclusivamente a los mecanismos de seguridad, cooperación judicial y policial de carácter internacional y multilateral".
"Venezuela reafirma ante la comunidad internacional su sólida voluntad de la defensa de su soberanía, integridad, y paz mediante todos los recursos disponibles, y ejercerá todas las acciones a las cuales tiene derecho en el marco de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, por lo cual exige el cese inmediato de estas agresiones y mentiras en contra del sagrado pueblo de Simón Bolívar. ¡No han podido, ni podrán!", agregó la Cancillería.