Centenares de miles de toneladas de residuos electrónicos se transportan desde Estados Unidos al extranjero, principalmente a los países en desarrollo asiáticos y del Sur Global, que carecen de capacidades adecuadas de reciclaje seguro de los desechos tóxicos, según un nuevo informe.
En el documento titulado 'El nuevo tsunami de las exportaciones estadounidenses de residuos electrónicos a Asia', la ONG estadounidense Basel Action Network (BAN) señala diez grandes intermediarias navieras a las que acusa de enviar residuos electrónicos a los países como Malasia, Tailandia e Indonesia, donde está prohibido importar este tipo de materiales potencialmente tóxicos si no son manejados apropiadamente.
Según las estimaciones de BAN, este comercio podría superar los 200 millones de dólares al mes, "aumentando los ya lucrativos márgenes de beneficio del sector del reciclaje de productos electrónicos".
Dichas compañías, muchas de las cuales operan en las zonas industriales al este de Los Ángeles, se presentan como agentes responsables de reciclaje, pero de hecho falsifican la categoría de cargos en la documentación de envíos como materias primas o electrónicos funcionales antes de dirigirlos a vertederos informales del ultramar.
Ahí, los materiales se someten a métodos como la quema al aire libre, la fundición primitiva, la lixiviación ácida y el desmantelamiento manual, que conllevar significativos riesgos para la salud de los trabajadores, en muchas ocasiones migrantes e indocumentados. Mientras el posterior vertido ilegal de los subproductos presenta amenazas de largo plazo al medioambiente y las comunidades locales, se acentúa en el informe.


