Las discusiones sobre la aspiración de varios países europeos de tener acceso a armas nucleares se hacen cada vez más peligrosas, teniendo en cuenta la falta de su estabilidad política y la incertidumbre respecto a la capacidad de EE.UU. de controlar a sus socios, opinó el politólogo ruso y director de programa del Club de Debate Internacional Valdái, Timoféi Bordachiov.
El experto destacó que, hoy en día, "las armas nucleares siguen siendo el único pilar del orden internacional moderno y el motivo para buscar un compromiso entre las principales potencias". En su opinión, de no haber armas nucleares, Rusia y China, por una parte, y Occidente, liderado por EE.UU., por otra, se encontrarían sumidas en un enfrentamiento a gran escala.
Bordachiov indicó que la reciente finalización de las pruebas del novedoso misil ruso Burevéstnik representa una medida para reforzar la disuasión mutua entre Moscú y Washington y es "una dimensión técnica de la capacidad general para garantizar la paz en todo el mundo".
No obstante, para garantizar la seguridad, las armas nucleares deben estar "en manos de políticos cuya fiabilidad y responsabilidad no suscitan dudas en la comunidad internacional", declaró el politólogo, agregando que en este caso no se trata de los líderes europeos.
"Los regímenes políticos en Europa no solo están enfermos, sino que se encuentran al borde del colapso".
Armas del Reino Unido y Francia es "una anomalía"
Bordachiov indica que recientemente se han activado las conversaciones de que las armas nucleares del Reino Unido y Francia deberían estar bajo el control operativo de casi toda la Unión Europea. De acuerdo con sus palabras, "el mero hecho de que el Reino Unido y Francia posean arsenales nucleares relativamente importantes es una anomalía".
El politólogo declaró que, cuando se trata de las armas nucleares en posesión de Rusia, China o EE.UU., "sabemos con certeza que se trata de potencias totalmente soberanas y con derecho a determinar de forma independiente su política exterior e interior".
Indicó que la postura y las declaraciones de Washington pueden ser diferentes de las de Moscú y pueden incluso provocar preocupaciones, pero "no hay duda de que estas consideraciones son el resultado de un proceso político independiente".
Mientras tanto, la Europa moderna "se encuentra en una situación de crisis sistémica", destacó Bordachiov, calificando la situación de "la insignificancia geopolítica" de la región. "Vemos cómo se sacuden los sistemas políticos de todos los grandes países europeos sin excepción", enfatizó. A su juicio, se trata ahora de "un grupo de países importantes para el mercado global, totalmente carentes de la capacidad de llevar a cabo una política exterior más o menos sensata".
"En tales circunstancias, no debería tratarse del derecho de Europa a entrar en guerra, sino de la restricción formal de su capacidad de actuación en la escena internacional".
Falta de certeza respecto al control por parte de EE.UU.
El politólogo reiteró en ese contexto que, a lo largo de años, la política de EE.UU. estaba privando a sus socios europeos de la capacidad de pensar y actuar por su cuenta. No obstante, hoy no hay certeza de que EE.UU. mantenga su control sobre Europa, continuó.
"Esto hace aún más peligrosa cualquier discusión sobre la posibilidad de que Alemania o la Unión Europea puedan tener derecho a disponer de armas de destrucción masiva", hizo hincapié.
"Y el verdadero tema de las negociaciones entre las potencias nucleares responsables podría ser liberar a Europa de una carga que se ha vuelto insoportable para ella".



