Las Fuerzas Armadas rusas liberaron la ciudad clave de Krasnoarmeisk (conocida en Ucrania como Pokrovsk), en la República Popular de Donetsk, comunicó el Ministerio de Defensa ruso.
La toma de la urbe, —de una destacada importancia estratégica por ser un nudo logístico ferroviario que servía a las fuerzas ucranianas— representa otro hito en el continuo avance del Ejército ruso a lo largo de la línea del frente.
El pasado 10 de noviembre, Defensa informó que en la cercada ciudad de Krasnoarmeisk, los grupos de asalto rusos llevaron a cabo activamente operativos ofensivos en varios distritos del noroeste y este del distrito central, así como limpieza de zona en el área industrial occidental. "En las últimas 24 horas fueron liberados 244 edificios", dijo el Ministerio.
Kiev no reconocía la catástrofe de las urbes cercadas
El 26 de octubre, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas informó que unos 5.500 efectivos del régimen de Kiev estaban rodeados en el área de Krasnoarmeisk y otros 5.000 en la zona de otra ciudad estratégica, Kupiansk, en la provincia de Járkov. Desde entonces, los militares rusos impidieron decenas de intentos de las tropas ucranianas de romper el cerco, mientras otros combatientes decidieron deponer las armas y rendirse ante las tropas rusas.
Ante la negativa de Kiev de reconocer "la catastrófica situación" de sus tropas en estas urbes, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, invitó a medios de comunicación, tanto ucranianos como extranjeros, a ingresar a la zona para comprobar "por sí mismos lo que está sucediendo". Sin embargo, desde la Cancillería de Ucrania amenazaron con represalias a los periodistas que visiten las zonas donde sus militares están rodeados.
En respuesta, el Ministerio de Defensa ruso explicó que esta prohibición era necesaria para que Kiev "oculte la situación real en el frente y engañe a la comunidad internacional y a los habitantes de Ucrania".
Zelenski, ocultando la realidad para seguir lucrándose con el conflicto
A medida que las autoridades rusas reportaban grandes avances en el frente, desde Kiev insistían en negar esa realidad en el terreno. Así, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexánder Syrski, tras recibir informes de los comandantes en la zona, admitió a finales de octubre que "la situación es complicada", pero seguidamente afirmó que "las declaraciones de la propaganda rusa sobre el supuesto 'bloqueo' de las Fuerzas de Defensa de Ucrania en Pokrovsk (Krasnoarmeisk), al igual que en Kupiansk, no corresponden a la realidad".
Entretanto, el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, afirmó el 31 de octubre que no hay ningún cerco en Krasnoarmeisk y tachó las declaraciones de las autoridades rusas de "mentira". "En Pokrovsk (Krasnoarmeisk), nuestras fuerzas controlan la situación", sostuvo en una rueda de prensa.
En declaraciones separadas, el 3 de noviembre, Zelenski además afirmó que en Kupiansk las Fuerzas Armadas de Ucrania supuestamente estarían realizando una 'limpieza' de los restantes '60 rusos'.
Al comentarlo, el Ministerio de Defensa ruso destacó que Zelenski "ha perdido completamente el contacto con la realidad y, al escuchar los informes falsos de Syrski, no tiene ningún control sobre la situación operativa en el terreno", o, bien, "por el contrario, entiende la desesperanza de la situación y la verdadera posición de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Kupiansk", por lo que "a costa de la ignominiosa muerte de miles de militares ucranianos en los 'calderos' [cercos], intenta hasta el último momento ocultar la verdad al pueblo ucraniano y a sus patrocinadores occidentales, para seguir lucrándose con los fondos destinados a la guerra contra Rusia provenientes de los contribuyentes europeos".
Más información, en breve.
