Rusia respaldará a Venezuela en contra del bloqueo impuesto por EE.UU., informó este lunes el canciller venezolano, Yván Gil, tras sostener una llamada telefónica con su par ruso, Serguéi Lavrov.
"El canciller ruso afirmó que Rusia brindará toda su cooperación y apoyo a Venezuela en contra del bloqueo, manifestando total respaldo a las acciones emprendidas en el seno del Consejo de Seguridad" de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), expresó Gil respecto de la conversación sostenida.
Este respaldo es ratificado la víspera de una sesión en el Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el tema de la agresión por parte de Washington contra el país suramericano.
De acuerdo con el ministro venezolano, en el diálogo repasaron "las agresiones y violaciones flagrantes al derecho internacional que se vienen cometiendo en el Caribe", frente a las costas venezolanas por parte de EE.UU., incluyendo "ataques contra embarcaciones y ejecuciones extrajudiciales", así como "los actos ilícitos de piratería" ejecutados por Washington, en relación con la incautación de petroleros.
Al respecto, Lavrov expresó, "de manera firme", la solidaridad de Rusia con el pueblo venezolano y con su presidente, Nicolás Maduro, al tiempo que "ratificó su pleno respaldo frente a las hostilidades" contra el país suramericano, refirió Gil.
También, señaló que apoyan a Venezuela "en la defensa de la Zona de paz" de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y del derecho internacional, "enfatizando que este tipo de agresiones no pueden ser toleradas".
En la conversación, ambos cancilleres reafirmaron "la relación de hermandad, respeto y cooperación estratégica" que une a los dos países.
"Robar"
El pasado 16 de diciembre, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenó "el bloqueo total y completo" de entrada y salida de Venezuela de barcos petroleros sancionados, tras acusar infundadamente a Caracas de "robar" crudo, "tierras y otros activos" que están en el suelo venezolano.
En respuesta, el Gobierno venezolano recalcó la soberanía de Venezuela sobre todas sus riquezas y alertó que el inquilino de la Casa Blanca busca imponer, "de manera absolutamente irracional", un bloqueo militar naval al país con el objetivo de "robar" sus recursos naturales, que "asume que son de su propiedad".
Venezuela bajo el asedio de EE.UU.
- Desde agosto pasado, EE.UU. mantiene el mayor despliegue militar de las últimas décadas en las aguas del Caribe, con presencia sostenida de activos navales y aéreos. En un primer momento, Washington justificó esta operación bajo el argumento del supuesto combate al narcotráfico, responsabilizando, sin presentar pruebas, al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de contribuir a ese delito.
- Con el paso de los meses, la narrativa oficial de Washington ha experimentado un giro previsible. Tal como había denunciado el Gobierno venezolano, el supuesto foco en el narcotráfico ha dado paso a un discurso abiertamente centrado en el control y la apropiación ilegal de los recursos energéticos del país suramericano, en un contexto de creciente presión económica y amenazas de uso de la fuerza. En las últimas semanas, ha EE.UU. ha incautado al menos dos buques petroleros, en un acto tildado por Caracas de "robo" y piratería".
- La operación militar estadounidense también ha tenido consecuencias letales. Más de 100 personas han muerto como resultado de más de una veintena de bombardeos contra pequeñas embarcaciones en aguas del Caribe y el Pacífico, sin que EE.UU. haya demostrado públicamente la vinculación de estas con actividades ilícitas.
- Frente a estas acciones, Caracas anunció que acudirá este martes al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para denunciar lo que califica como agresiones militares de EE.UU. y una violación del derecho internacional.
- De manera previa, el presidente Nicolás Maduro remitió una carta a los Estados miembros de Naciones Unidas, en la que alertó sobre "una escalada de acciones de extrema gravedad por parte del Gobierno de EE.UU.". En la misiva, advirtió que estas operaciones amenazan con desestabilizar a toda la región del Caribe y al sistema internacional en su conjunto.


