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¿Por qué España reclama Gibraltar? Motivos de tensión con Reino Unido
La última ola de tensión entre España y Gibraltar, que marcó este mes los 300 años del dominio británico, hace recordar la historia de la pérdida de este tramo sureño por España y las razones por las que Madrid sigue reclamando su devolución.
Hace poco más de 300 años, las fuerzas anglo-holandeses capturaron Gibraltar durante la Guerra de Sucesión Española.
En 1713, la Corona de Castilla cedió a Gran Bretaña la propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar para siempre.
Desde la entrega estipulada en el Tratado de Utrecht, ese territorio que actualmente cuenta con 6,8 kilómetros cuadrados, ha sido una piedra de tropiezo en las relaciones entre el Reino Unido y España.
Mientras que una gran cantidad de los gibraltareños sienten que tienen su propia identidad, los españoles creen que pueden reclamar ese territorio, conocido como 'el Peñón'.
A continuación les ofrecemos varias de las razones por las que lo hace:
Para los patriotas españoles del siglo XIX, el Peñón era "una cuestión totémica", y "un símbolo de la decadencia de España", afirmó Gareth Stockey, un experto en la España moderna y Gibraltar en la Universidad de Nottingham, citado por la edición española del diario digital 'The Local'.
Bajo el gobierno del dictador nacionalista Francisco Franco -desde 1939 hasta 1975- las relaciones entre España y Gibraltar fueron particularmente tensas.
Franco incluso designó el 4 de agosto como el día para conmemorar la pérdida de Gibraltar, ya que este fue el día que Gibraltar fue tomado por las fuerzas anglo-holandesas en 1704.
Este sentimiento proespañol ha permanecido hasta nuestros días.
En marzo, el ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, dijo que nunca había puesto un pie en Gibraltar y no lo haría hasta que una bandera española estuviera ondeando sobre el Peñón.
La disputa sobre el estatuto de Gibraltar incluso llega a la esfera real.
En 2012, la reina Sofía de España canceló su visita a la celebración del jubileo de diamante de la reina Isabel II en virtud del Tratado de Utrecht.
En virtud del Tratado de Utrecht, la Corona española tiene el derecho a reclamar Gibraltar si Gran Bretaña renuncia a su territorio de ultramar.
En la década de 1960, cuando las Naciones Unidas presionaban a las potencias coloniales para que renunciaran a sus posesiones extranjeras, Gran Bretaña le negó este derecho a España.
Entonces Londres ofreció a la población de Gibraltar elegir su propio futuro. En una votación de 1967 los gibraltareños decidieron quedarse con el Reino Unido.
Los británicos también han violado las condiciones del Tratado de Utrecht, ampliando el territorio del Peñón: tanto el terrestre como el marítimo.
El tratado suponía la entrega de toda la propiedad de la ciudad y del castillo de Gibraltar junto con su puerto, defensas y fortificaciones.
Mientras los gibraltareños sostienen que las fortificaciones existían a lo largo de la frontera actual, se disputa el estado del istmo entre España y el Peñón.
España dice que construir un aeropuerto en el tramo era ilegal y que el Reino Unido aprovechó la guerra civil de España para llevar a cabo la construcción.
Asimismo, Gibraltar se ha extendido hacia el mar, reclamando las aguas alrededor del Peñón, aunque el Tratado de Utrecht no hizo mención de dichas aguas.
Esto ha sido motivo de mucha tensión entre España y su diminuto vecino.
Los últimos problemas entre los dos se derivan de la decisión de Gibraltar de crear un arrecife artificial frente a la costa arrojando bloques de hormigón en el mar.
Gibraltar dice que busca aumentar la población de peces, mientras los pescadores españoles acusan a las autoridades gibraltareñas de tratar de impedir el acceso a sus caladeros tradicionales.
Gibraltar se ha considerado tradicionalmente como una guarida de contrabandistas.
Incluso el Tratado de Utrecht menciona esta preocupación: los autores dicen que "abusos y fraudes" deben ser evitados.
Incautaciones de tabaco en la frontera entre España y Gibraltar han aumentado en un 40% en 2013, según el diario 'El País'.
Otro tipo de 'mercancías' que pasan por Gibraltar hacia España son la heroína y la cocaína.
Pero el ministro de Relaciones Exteriores de España, García-Margallo, recientemente señaló múltiples casos de fraude fiscal en Gibraltar.
Madrid intenta lanzar una investigación sobre unos 6.700 gibraltareños que viven en España y utilizan Gibraltar como domicilio fiscal.
Es más, España quiere apretar los tornillos a las empresas que se aprovechan de las leyes fiscales de Gibraltar.
Gibraltar tiene una tasa de impuesto muy agradable del 10%, en comparación con el 30% de España.
Aunque la cifra exacta se desconoce, se cree que el número de empresas registradas en el Peñón supera las 30.000, también se desconoce la cantidad de personas que residen en el territorio.
España está considerando cambiar la ley para que las empresas de juegos de azar en línea que operen en Gibraltar pasen a estar bajo el sistema de tributación de España.
"El Gobierno español también sostiene que la industria del juego de Gibraltar aprovecha la infraestructura de Internet puesta en marcha por España", relató Gareth Stockey, experto de la Universidad de Nottingham.
En 1713, la Corona de Castilla cedió a Gran Bretaña la propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar para siempre.
Desde la entrega estipulada en el Tratado de Utrecht, ese territorio que actualmente cuenta con 6,8 kilómetros cuadrados, ha sido una piedra de tropiezo en las relaciones entre el Reino Unido y España.
Mientras que una gran cantidad de los gibraltareños sienten que tienen su propia identidad, los españoles creen que pueden reclamar ese territorio, conocido como 'el Peñón'.
A continuación les ofrecemos varias de las razones por las que lo hace:
1. Orgullo nacional
Gibraltar es la única colonia que queda en Europa, algo que irrita especialmente a los nacionalistas españoles.Para los patriotas españoles del siglo XIX, el Peñón era "una cuestión totémica", y "un símbolo de la decadencia de España", afirmó Gareth Stockey, un experto en la España moderna y Gibraltar en la Universidad de Nottingham, citado por la edición española del diario digital 'The Local'.
Bajo el gobierno del dictador nacionalista Francisco Franco -desde 1939 hasta 1975- las relaciones entre España y Gibraltar fueron particularmente tensas.
Franco incluso designó el 4 de agosto como el día para conmemorar la pérdida de Gibraltar, ya que este fue el día que Gibraltar fue tomado por las fuerzas anglo-holandesas en 1704.
Este sentimiento proespañol ha permanecido hasta nuestros días.
En marzo, el ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, dijo que nunca había puesto un pie en Gibraltar y no lo haría hasta que una bandera española estuviera ondeando sobre el Peñón.
La disputa sobre el estatuto de Gibraltar incluso llega a la esfera real.
En 2012, la reina Sofía de España canceló su visita a la celebración del jubileo de diamante de la reina Isabel II en virtud del Tratado de Utrecht.
2. Londres ha violado el Tratado de Utrecht
En virtud del Tratado de Utrecht, la Corona española tiene el derecho a reclamar Gibraltar si Gran Bretaña renuncia a su territorio de ultramar.
En la década de 1960, cuando las Naciones Unidas presionaban a las potencias coloniales para que renunciaran a sus posesiones extranjeras, Gran Bretaña le negó este derecho a España.
Entonces Londres ofreció a la población de Gibraltar elegir su propio futuro. En una votación de 1967 los gibraltareños decidieron quedarse con el Reino Unido.
Los británicos también han violado las condiciones del Tratado de Utrecht, ampliando el territorio del Peñón: tanto el terrestre como el marítimo.
El tratado suponía la entrega de toda la propiedad de la ciudad y del castillo de Gibraltar junto con su puerto, defensas y fortificaciones.
Mientras los gibraltareños sostienen que las fortificaciones existían a lo largo de la frontera actual, se disputa el estado del istmo entre España y el Peñón.
España dice que construir un aeropuerto en el tramo era ilegal y que el Reino Unido aprovechó la guerra civil de España para llevar a cabo la construcción.
Asimismo, Gibraltar se ha extendido hacia el mar, reclamando las aguas alrededor del Peñón, aunque el Tratado de Utrecht no hizo mención de dichas aguas.
Esto ha sido motivo de mucha tensión entre España y su diminuto vecino.
Los últimos problemas entre los dos se derivan de la decisión de Gibraltar de crear un arrecife artificial frente a la costa arrojando bloques de hormigón en el mar.
Gibraltar dice que busca aumentar la población de peces, mientras los pescadores españoles acusan a las autoridades gibraltareñas de tratar de impedir el acceso a sus caladeros tradicionales.
3. Paraíso para el contrabando
Gibraltar se ha considerado tradicionalmente como una guarida de contrabandistas.
Incluso el Tratado de Utrecht menciona esta preocupación: los autores dicen que "abusos y fraudes" deben ser evitados.
Incautaciones de tabaco en la frontera entre España y Gibraltar han aumentado en un 40% en 2013, según el diario 'El País'.
Otro tipo de 'mercancías' que pasan por Gibraltar hacia España son la heroína y la cocaína.
4. Paraíso fiscal
Gibraltar se encuentra ahora en las lista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico de las jurisdicciones que cumplen con las normas fiscales globales.Pero el ministro de Relaciones Exteriores de España, García-Margallo, recientemente señaló múltiples casos de fraude fiscal en Gibraltar.
Madrid intenta lanzar una investigación sobre unos 6.700 gibraltareños que viven en España y utilizan Gibraltar como domicilio fiscal.
Es más, España quiere apretar los tornillos a las empresas que se aprovechan de las leyes fiscales de Gibraltar.
Gibraltar tiene una tasa de impuesto muy agradable del 10%, en comparación con el 30% de España.
Aunque la cifra exacta se desconoce, se cree que el número de empresas registradas en el Peñón supera las 30.000, también se desconoce la cantidad de personas que residen en el territorio.
España está considerando cambiar la ley para que las empresas de juegos de azar en línea que operen en Gibraltar pasen a estar bajo el sistema de tributación de España.
"El Gobierno español también sostiene que la industria del juego de Gibraltar aprovecha la infraestructura de Internet puesta en marcha por España", relató Gareth Stockey, experto de la Universidad de Nottingham.
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