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Un barco de Greenpeace entra en el Ártico pese a la prohibición rusa
Un rompehielos de Greenpeace, el Arctic Sunrise, entró en las aguas del mar de Kara, en el océano Ártico, a pesar de la prohibición por parte de Rusia de navegar en esa zona.
"Un barco de Greenpeace tomó la ruta marítima del Norte, a pesar de que las autoridades rusas rechazaron la solicitud del paso por la zona", indicó la organización en un comunicado.
Los activistas de la ONG ambientalista planean celebrar protestas pacíficas contra la extracción de petróleo en el Ártico planificada por la empresa estatal rusa Rosneft y su socio de EE.UU., ExxonMobil.
"La zona del Ártico donde actualmente Rosneft y ExxonMobil realizan trabajos de exploración geológica se encuentra en las aguas del famoso Parque Nacional Ártico Ruso", añadió Greenpeace y explicó que las exploraciones en esta zona ponen en peligro la vida de los mamíferos marinos.
A principios de esta semana, la administración de la ruta marítima del Norte, que une el Atlántico y el Pacífico a lo largo de las costas de Rusia, se negó a dar permiso al Arctic Sunrise para pasar por la zona, justificando su decisión en la insuficiente protección del casco del barco para la navegación sobre el hielo.
Greenpeace, por su parte, aseguró que unos 400 buques con un menor grado de protección obtuvieron el permiso. La semana pasada, los ambientalistas también realizaron una manifestación contra los trabajos de preparación de Rosneft para la perforación en el mar de Barents.
En pasado mes de marzo, los dos gigantes petrolíferos, Rosneft y ExxonMobil, acordaron explotar los yacimientos submarinos presentes en las aguas árticas del mar de Kara. Se estima en unos 200.000 millones de dólares la inversión necesaria en el proyecto de Kara, donde se prevé construir unas 15 plataformas petrolíferas.
Los activistas de la ONG ambientalista planean celebrar protestas pacíficas contra la extracción de petróleo en el Ártico planificada por la empresa estatal rusa Rosneft y su socio de EE.UU., ExxonMobil.
"La zona del Ártico donde actualmente Rosneft y ExxonMobil realizan trabajos de exploración geológica se encuentra en las aguas del famoso Parque Nacional Ártico Ruso", añadió Greenpeace y explicó que las exploraciones en esta zona ponen en peligro la vida de los mamíferos marinos.
A principios de esta semana, la administración de la ruta marítima del Norte, que une el Atlántico y el Pacífico a lo largo de las costas de Rusia, se negó a dar permiso al Arctic Sunrise para pasar por la zona, justificando su decisión en la insuficiente protección del casco del barco para la navegación sobre el hielo.
Greenpeace, por su parte, aseguró que unos 400 buques con un menor grado de protección obtuvieron el permiso. La semana pasada, los ambientalistas también realizaron una manifestación contra los trabajos de preparación de Rosneft para la perforación en el mar de Barents.
En pasado mes de marzo, los dos gigantes petrolíferos, Rosneft y ExxonMobil, acordaron explotar los yacimientos submarinos presentes en las aguas árticas del mar de Kara. Se estima en unos 200.000 millones de dólares la inversión necesaria en el proyecto de Kara, donde se prevé construir unas 15 plataformas petrolíferas.
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