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El dragón en el Ártico: los objetivos de la expansión china hacia el norte
China, que está intensificando sus pretensiones en las aguas del sur, no se olvida del norte. Las inversiones privadas que empiezan a fluir a la zona ártica corresponden a los intereses estatales del gigante asiático.
El famoso millonario chino Huang Nubo está planeando adquirir un terreno en el archipiélago ártico de Svalbard para proyectos turísticos en la zona.
Se trata de 217,6 kilómetros cuadrados de tierra del archipiélago, que ahora pertenecen a una rica familia de noruegos. Hace unas semanas decidió vender este terreno, casi tres veces más grande que Hong Kong, que es una de las dos parcelas privadas del archipiélago.
Nubo está interesado en el norte desde 2011, cuando iba de invertir unos 200 millones de dólares en el desarrollo de turismo en Islandia. Inicialmente el país isleño aceptó sus planes pero luego se echó atrás.
"Es muy probable que Islandia tuviera miedo de que este negocio marcara el inicio de una expansión china en su isla", comenta el portal Slon.
Mientras tanto los intereses de China en la región ártica se ponen cada vez más de relieve.
Efectivamente se está llevando a cabo la doctrina adoptada por el Partido Comunista de China en enero de 2013 para convertir el país en una potencia marítima, lo que supone la unificación de las capacidades económicas del país y del poderío de su Armada para la exploración y uso de territorios acuáticos.
La doctrina está destinada a reforzar la presencia de China en el mar de China Meridional, una zona potencialmente rica en recursos energéticos.
Aunque el Ártico parezca no tener nada que ver con China, el interés demostrado se debe a que en esta región está la Ruta Marítima del Norte (RMN), estratégicamente importante para China.
Esta vía marítima entre los puertos de Europa y China sería mucho más corta (hasta la mitad) que la tradicional a través del mar de China Meridional y del canal de Suez.
Dado que cada año se va reduciendo la superficie de hielo en el Ártico debido al calentamiento global, se están abriendo las oportunidades de navegación sin rompehielos, algo que pudo demostrar el portacontenedores chino Yong Sheng, que abrió la nueva vía comercial al viajar desde Dalian a Rotterdam entre agosto y septiembre de 2013.
La RMN atraviesa las cercanías de Svalbard, que podría servir de base y centro de control de navegación para China.
No es una casualidad que el diario chino 'South China Morning Post' describiera los planes del empresario sobre este terreno como la "oportunidad de comprar la primera base en el Ártico".
Además, en caso de conflicto en el mar de China Meridional sobre las islas Paracelso y Spratly, lo primero que harían los enemigos de China es bloquear su navegación comercial para causar un daño enorme a su economía.
Por eso la RMN y la presencia china en el Ártico es indispensable para los intereses estratégicos del país.
Se trata de 217,6 kilómetros cuadrados de tierra del archipiélago, que ahora pertenecen a una rica familia de noruegos. Hace unas semanas decidió vender este terreno, casi tres veces más grande que Hong Kong, que es una de las dos parcelas privadas del archipiélago.
Nubo está interesado en el norte desde 2011, cuando iba de invertir unos 200 millones de dólares en el desarrollo de turismo en Islandia. Inicialmente el país isleño aceptó sus planes pero luego se echó atrás.
"Es muy probable que Islandia tuviera miedo de que este negocio marcara el inicio de una expansión china en su isla", comenta el portal Slon.
Poder marítimo
Mientras tanto los intereses de China en la región ártica se ponen cada vez más de relieve.
Efectivamente se está llevando a cabo la doctrina adoptada por el Partido Comunista de China en enero de 2013 para convertir el país en una potencia marítima, lo que supone la unificación de las capacidades económicas del país y del poderío de su Armada para la exploración y uso de territorios acuáticos.
La doctrina está destinada a reforzar la presencia de China en el mar de China Meridional, una zona potencialmente rica en recursos energéticos.
Aunque el Ártico parezca no tener nada que ver con China, el interés demostrado se debe a que en esta región está la Ruta Marítima del Norte (RMN), estratégicamente importante para China.
Esta vía marítima entre los puertos de Europa y China sería mucho más corta (hasta la mitad) que la tradicional a través del mar de China Meridional y del canal de Suez.
Dado que cada año se va reduciendo la superficie de hielo en el Ártico debido al calentamiento global, se están abriendo las oportunidades de navegación sin rompehielos, algo que pudo demostrar el portacontenedores chino Yong Sheng, que abrió la nueva vía comercial al viajar desde Dalian a Rotterdam entre agosto y septiembre de 2013.
La RMN atraviesa las cercanías de Svalbard, que podría servir de base y centro de control de navegación para China.
No es una casualidad que el diario chino 'South China Morning Post' describiera los planes del empresario sobre este terreno como la "oportunidad de comprar la primera base en el Ártico".
Además, en caso de conflicto en el mar de China Meridional sobre las islas Paracelso y Spratly, lo primero que harían los enemigos de China es bloquear su navegación comercial para causar un daño enorme a su economía.
Por eso la RMN y la presencia china en el Ártico es indispensable para los intereses estratégicos del país.
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