Una marcha contra un oleoducto se salda con decenas de detenidos en Washington
Decenas de personas han sido detenidas en los alrededores de la Casa Blanca, en Washington, en el arranque de una multitudinaria manifestación convocada para protestar la construcción de un oleoducto entre Canadá y el Golfo de México.
La manifestación fue convocada por el grupo ecologista Tar Sands que tilda la iniciativa de "desastre climático", una catástrofe ambiental que -según su portavoz Bill McKibben- el presidente "Barack Obama puede detener sólo con la punta de su bolígrafo". Para NcKibbem, el presidente se enfrenta al "examen medioambiental de mayor envergadura" de todo su mandato.
Se espera que unas 2.200 personas procedentes de 50 estados se sumen a las protestas que se prolongarán durante dos semanas. Los ecologistas sostienen que el proyecto de oleoducto Kestone XL, que debería cubrir una distancia de 2.700 kilómetros entre Alberta (Canadá) y la Costa del Golfo estadounidense, liberará una enorme cantidad de gases de efecto invernadero.
Este proyecto de oleoducto, que supondrá una inversión de 13.000 millones de dólares, fue presentado por la empresa canadiense TransCanada en 2008. De acuerdo con su plan, su trasiego de crudo sería de 1,5 millones de barriles diarios de petróleo desde Hardisty, en Alberta (Canadá), hasta el Golfo de México atravesando los Estados de Montana, Dakota del Sur, Nebraska, Kansas, Oklahoma y Texas.
Los legisladores republicanos dan el visto bueno a la iniciativa porque, según afirman, contribuirá a disminuir la dependencia de EE. UU. respecto del petróleo venezolano, que suministra el 10% del crudo que consume la potencia mundial.
Las organizaciones de ecologistas vienen denunciando el enorme impacto medioambiental que causaría este oleoducto. Sin embargo en el Congreso se alzan voces, como la del republicano Connie Mack, que asegura que las emisiones vinculadas a la extracción y refinamiento de crudo canadiense "son menores y mejor reguladas que las emisiones vinculadas con Venezuela, Arabia Saudita, Nigeria y México", los principales suministradores petroleros de Estados Unidos aparte de Canadá.