Obama sigue los pasos de Bush con una ley que ampara la custodia indefinida de reos
Defensores de derechos humanos han mostrado su más rotundo rechazo a la Ley de Autorización de Defensa Nacional que acaba de firmar el presidente estadounidense Barack Obama. Ente otras cosas porque consideran que con esta ley se esfuman las esperanzas de un posible cambio de rumbo de la política mantenida en materia de derechos civiles por la administración Bush.
De hecho, una sección de la ley amplía el poder del gobierno federal de EE. UU. para luchar contra el terrorismo y aprueba la detención indefinida de sospechosos bajo custodia militar. La iniciativa no distingue entre ciudadanos extranjeros o estadounidenses.
El margen de control del Estado para combatir el terrorismo ya fue ampliado por la Ley Patriótica aprobada por la administración Bush tras los atentados del 11 de septiembre.
Muchos expertos sacan ahora a colación el caso de la cárcel de Guantánamo, ya que los abusos que allí se cometieron, se produjeron sin una ley semejante.
El analista en asuntos de Oriente Medio Wilfredo Amr Ruiz considera que Estados Unidos viene demostrando de forma agresiva que cuando se trata de garantizar su seguridad nacional poco o nada le importan los derechos del individuo. Según el experto, esto ya quedó demostrado debido a "la incapacidad del mismo presidente Obama para cerrar Guantánamo tal y como había prometido", dijo.
“Definitivamente el presidente Obama ha resultado ser una decepción", sobre todo -asegura Amr Ruiz- para aquellos que esperaban que buscaría el modeo de revertir "la pérdida progresiva de derechos humanos civiles que han sufrido los ciudadanos norteamericanos desde el 11-S en adelante, especialmente bajo la administración Bush”.
Obama promulgó la Ley de Autorización de Defensa Nacional el pasado 31 de diciembre. Anteriormente el mandatario prometió vetar la ley si contenía la enmienda que prácticamente legaliza el mantenimiento de ciudadanos de EE. UU. en cárceles como presos militares sin necesidad de que se presenten cargos contra ellos de forma oficial.
Los expertos temen que la simple consideración de que alguien es un extremista, baste para encarcelarlo.
Guantánamo: sin cierre a la vista
El Gobierno estadounidense fue criticado por el trato inhumano recibido por los presos en el centro de detención de Guantánamo, situado en una base naval de EE. UU. en territorio de Cuba, y considerado por muchos como un "campo de concentración". Numerosos detenidos permanecen encarcelados allí sin que se les haya presentado una acusación oficial.
Según datos de Amnistía Internacional, en el centro de Guantánamo se llevan a cabo torturas con el beneplácito del Gobierno estadounidense.
Los ex detenidos cuentan que durante los años de encarcelamiento los obligaron a mantenerse despiertos o a vivir en ambientes con música a todo volumen, entre otras humillaciones físicas y psicológicas.
El servicio médico tampoco se comportaba con demasiada humanidad. Así, por ejemplo, se llevaron a cabo amputaciones en casos en los que no era necesario cortar dedos infectados. No sorprende que se hayan registrado entre los presos varios suicidios y otros tantos intentos de quitarse la vida.
Cuando llegó al poder, el presidente Obama prometió cerrar el centro de Guantánamo. Sin embargo, y pese a ser considerada una de las cárceles más caras de EE. UU., el complejo sigue 'funcionando'.