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Investigación no ve responsabilidad criminal en el fracaso de 'Rápido y Furioso'
Los investigadores estadounidenses no recomiendan cargos penales por los “graves fallos” en la operación 'Rápido y Furioso' que permitió un contrabando de armas a México en 2009, y exculpan al fiscal general.
En su análisis el inspector general del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, recomienda acciones disciplinarias contra 14 empleados de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, en inglés), que buscaba rastrear las armas para capturar a los principales cabecillas del narcotráfico en México.
"No encontramos pruebas de que el fiscal general Eric Holder fue informado, antes del 31 de enero de 2011, de las tácticas de la operación 'Rápido y Furioso' usadas por ATF en la investigación (del tráfico de armas)", indicó el documento, de 512 páginas con anexos incluidos.
El informe, que se basa en más de 100.000 documentos y entrevistas a más de 130 testigos, detalla la operación, que comenzó en la oficina de ATF en Arizona y permitió la compra de más de 2.000 armas con un valor cercano a los 1,5 millones de dólares.
El informe señala que la mayoría de las armas eran rifles AK-47 y pistolas FN Herstal calibre 5,7, y reconoce que "numerosas armas" fueron recuperadas en escenas de crímenes en México y en EE.UU., incluyendo dos en el lugar donde fue asesinado, en diciembre del 2010, el agente fronterizo Brian Terry.
Según el informe, tanto ATF como la Oficina del Fiscal General tienen "responsabilidad compartida" por la operación 'Rápido y Furioso'.
El fiscal general Eric Holder dijo en un comunicado que el documento confirma que ni él ni otros altos mandos de Justicia autorizaron o estuvieron enterados de la operación.
"El liderazgo del Departamento (de Justicia) no intentó ocultar información o engañar al Congreso" sobre la operación, enfatizó Holder, quien fue acusado de "desacato" por los republicanos, siendo la primera vez en la historia que un titular de Justicia afronta esa acusación.
"El informe de hoy afirma que el problema del tráfico de armas fue una táctica sobre el terreno que data de la Administración anterior y que fue el fiscal general de esta Administración el que le puso fin", dijo Eric Schultz, un portavoz de la Casa Blanca.
"No encontramos pruebas de que el fiscal general Eric Holder fue informado, antes del 31 de enero de 2011, de las tácticas de la operación 'Rápido y Furioso' usadas por ATF en la investigación (del tráfico de armas)", indicó el documento, de 512 páginas con anexos incluidos.
El informe, que se basa en más de 100.000 documentos y entrevistas a más de 130 testigos, detalla la operación, que comenzó en la oficina de ATF en Arizona y permitió la compra de más de 2.000 armas con un valor cercano a los 1,5 millones de dólares.
El informe señala que la mayoría de las armas eran rifles AK-47 y pistolas FN Herstal calibre 5,7, y reconoce que "numerosas armas" fueron recuperadas en escenas de crímenes en México y en EE.UU., incluyendo dos en el lugar donde fue asesinado, en diciembre del 2010, el agente fronterizo Brian Terry.
Según el informe, tanto ATF como la Oficina del Fiscal General tienen "responsabilidad compartida" por la operación 'Rápido y Furioso'.
El fiscal general Eric Holder dijo en un comunicado que el documento confirma que ni él ni otros altos mandos de Justicia autorizaron o estuvieron enterados de la operación.
"El liderazgo del Departamento (de Justicia) no intentó ocultar información o engañar al Congreso" sobre la operación, enfatizó Holder, quien fue acusado de "desacato" por los republicanos, siendo la primera vez en la historia que un titular de Justicia afronta esa acusación.
"El informe de hoy afirma que el problema del tráfico de armas fue una táctica sobre el terreno que data de la Administración anterior y que fue el fiscal general de esta Administración el que le puso fin", dijo Eric Schultz, un portavoz de la Casa Blanca.
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