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Bahréin compra reportajes favorables a la CNN
En medio de una violenta represión de protestas populares en Bahréin, el Gobierno de este país paga a la cadena CNN para recibir una cubertura de los acontecimientos favorable, según una ex reportera de este canal.
La ex reportera de la CNN Amber Lyon asegura que la monarquía pagó a la cadena donde trabajaba para que esta elaborase un reportaje favorable y que un documental que había filmado ella fue censurado por su compañía.
El documental fue rodado hace seis meses y publicado en EE.UU., pero nunca en la CNN Internacional, hecho que hizo sospechar que los directivos de la cadena habían dado carpetazo a la historia. En una entrevista a RT, Lyon contó que empezó su investigación para el reportaje cuando se le acercaron empleados con “decenas de años de antigüedad en CNN Internacional” y le dijeron que pasa algo extraño y que debería investigarlo.
“Entonces tuvimos la impresión de que el documental había sido censurado porque Bahréin era un cliente de la CNN. En realidad Bahréin está pagando a la CNN por contenido que dé una imagen favorable de Bahréin. Incluso cuando la CNN alega que sus publicaciones no dependen de Bahréin, este último podría influir en ellas. Y esto lo demuestra la historia con el documental sin publicar y la constante lucha que llevaba a cabo en la CNN para realizar una cubertura de Bahréin, una cubertura certera de los abusos de derechos humanos cuando estuve allí”, explicó.
Compartiendo su experiencia en la cadena estadounidense la reportera relató: “Logramos zafarnos de nuestros guardaespaldas e ir a un par de aldeas donde pudimos ver aquellas atrocidades: pacientes ensangrentados huyendo de los hospitales, varios conductores de ambulancia estaban siendo golpeados. Mientras salíamos de aquellos pueblos nos detuvieron violentamente las fuerzas de seguridad. Eran unas 20 personas en uniforme y llevaban fusiles automáticos. Querían borrar todos los vídeos que teníamos. Afortunadamente, la productora y yo conseguimos esconder algunos discos en el sujetador y así nos fuimos de Bahréin con este material. Imagínese la sorpresa que se llevó Bahréin cuando se enteró de que este material lo iba a emitir la CNN. En seguida después de su publicación empezaron las llamadas telefónicas, quejándose de mí y tratando de retirar mi reportaje de la emisión”.
Según Lyon, la CNN, cadena que se autocalifica de bastión del periodismo de excelencia e imparcial, “está creando esencialmente lo que algunos definen como “comerciales informativos para dictadores (…) Con ello se violan todos los principios éticos del periodismo, puesto que en este caso nos convertimos en protectores de estos Gobiernos”.
La periodista citó entre otros 'clientes' de la CNN al Gobierno de Georgia.
“Estamos bajo una fuerte presión a la hora de criticar lo que está pasando en Arabia Saudita y Bahréin, pero ustedes podrán ver reportajes que demonizan Irán y Siria a cualquier hora del día (…) A muchos de nosotros, los periodistas, nos preocupa que nos estemos metiendo en un 'segundo Irak', pero esta vez de tratará de Irán”, concluyó.
El documental fue rodado hace seis meses y publicado en EE.UU., pero nunca en la CNN Internacional, hecho que hizo sospechar que los directivos de la cadena habían dado carpetazo a la historia. En una entrevista a RT, Lyon contó que empezó su investigación para el reportaje cuando se le acercaron empleados con “decenas de años de antigüedad en CNN Internacional” y le dijeron que pasa algo extraño y que debería investigarlo.
“Entonces tuvimos la impresión de que el documental había sido censurado porque Bahréin era un cliente de la CNN. En realidad Bahréin está pagando a la CNN por contenido que dé una imagen favorable de Bahréin. Incluso cuando la CNN alega que sus publicaciones no dependen de Bahréin, este último podría influir en ellas. Y esto lo demuestra la historia con el documental sin publicar y la constante lucha que llevaba a cabo en la CNN para realizar una cubertura de Bahréin, una cubertura certera de los abusos de derechos humanos cuando estuve allí”, explicó.
Compartiendo su experiencia en la cadena estadounidense la reportera relató: “Logramos zafarnos de nuestros guardaespaldas e ir a un par de aldeas donde pudimos ver aquellas atrocidades: pacientes ensangrentados huyendo de los hospitales, varios conductores de ambulancia estaban siendo golpeados. Mientras salíamos de aquellos pueblos nos detuvieron violentamente las fuerzas de seguridad. Eran unas 20 personas en uniforme y llevaban fusiles automáticos. Querían borrar todos los vídeos que teníamos. Afortunadamente, la productora y yo conseguimos esconder algunos discos en el sujetador y así nos fuimos de Bahréin con este material. Imagínese la sorpresa que se llevó Bahréin cuando se enteró de que este material lo iba a emitir la CNN. En seguida después de su publicación empezaron las llamadas telefónicas, quejándose de mí y tratando de retirar mi reportaje de la emisión”.
Según Lyon, la CNN, cadena que se autocalifica de bastión del periodismo de excelencia e imparcial, “está creando esencialmente lo que algunos definen como “comerciales informativos para dictadores (…) Con ello se violan todos los principios éticos del periodismo, puesto que en este caso nos convertimos en protectores de estos Gobiernos”.
La periodista citó entre otros 'clientes' de la CNN al Gobierno de Georgia.
“Estamos bajo una fuerte presión a la hora de criticar lo que está pasando en Arabia Saudita y Bahréin, pero ustedes podrán ver reportajes que demonizan Irán y Siria a cualquier hora del día (…) A muchos de nosotros, los periodistas, nos preocupa que nos estemos metiendo en un 'segundo Irak', pero esta vez de tratará de Irán”, concluyó.
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