Comienza la cuenta atrás para el 'cierre del Gobierno' en EE.UU.
La nueva crisis que se cierne sobre EE.UU. sería una realidad si las dos Cámaras del Congreso, divididas entre demócratas y republicanos, no acuerdan un plan presupuestario antes de que el 30 de septiembre termine el año fiscal. La situación puede obligar al Gobierno a suspender la ejecución de los gastos discrecionales que considere no esenciales, tal y como ya sucedió a finales de 1995 y comienzos de 1996 durante la presidencia de Bill Clinton.
Ante todo podrían ser afectados los parques nacionales, el servicio de emisión de pasaportes y las ventanillas o teléfonos de información pública, afirma la agencia EFE. El coste del problema es de aproximadamente de mil millones de dólares. Por una parte, el 'cierre del Gobierno' podría congelar los salarios de miles de funcionarios, por otra, acarrear un alto costo político a los dos principales partidos a un año de las próximas elecciones legislativas.
El congresista republicano John Thomas Graves admitió que su partido está dispuesto a agudizar el conflicto deliberadamente. El objetivo es privar de fondos a la legislación sobre cuidados de la salud, impulsada por Barack Obama, "para al menos un año, si no para siempre". A su vez, la Casa Blanca se negó a negociar con la oposición la suspensión de la reforma sanitaria o cualquier parte de las inversiones federales en el Medicare.
Según destacó este domingo la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, una "ideología antigobierno" se está apoderando de los republicanos. Hasta el momento las partes no han dado ningún paso para acercar sus posturas.