Economía
La Primavera Árabe 'quemó' 225.000 millones de dólares en la región
Expulsar a los dictadores resultó un 'placer' caro para los países participantes de la Primavera Árabe. Entre 2011 y 2015 el daño económico de la denominada Primavera Árabe en Egipto, Libia y Túnez podría alcanzar, al menos, 225.000 millones de dólares.
Estos cálculos se basan en los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Se trata de tan solo el 10% del PIB estimado por el FMI en 2010 para esos cinco años en la región. Los expertos del organismo coinciden en la opinión de que todos los países que derrocaron a sus gobiernos están a años luz de un mejoramiento real de las condiciones de vida de sus ciudadanos.
Mientras tanto, se espera que en Egipto, Libia y Túnez la dilación del crecimiento económico vaya acompañada de una distribución justa de las riquezas que se tienen. Egipto, Libia y Túnez eran países con un crecimiento del PIB relativamente alto, aunque sus riquezas estaban concentradas en manos de un escaso grupo de personas. Otra esperanza mundial está vinculada con una posible llegada de líderes que sean capaces de levantar la economía de su país y desarrollar allí la democracia.
No obstante, la Primavera Árabe no solo ha dañado la economía de la zona, sino también los procesos económicos mundiales. Inevitablemente ha influido en el crecimiento de los precios de las materias primas y detuvo la economía global. Según los analistas del periódico italiano La Stampa, en los países que tienen una alta probabilidad de derrocamiento de régimen, la caída del PIB puede alcanzar el 8%.
Según The Daily Star Lebanon, en Marruecos, un importador de petróleo con una economía relativamente estable donde la Primavera Árabe impulsó una serie de reformas, la caída total del PIB ha sido de un 1%. Para Jordania, cuyo régimen -según los analistas del diario- podría ser el siguiente en ser derrocado, las pérdidas de la economía ya alcanzan el 8%.
Mientras tanto, se espera que en Egipto, Libia y Túnez la dilación del crecimiento económico vaya acompañada de una distribución justa de las riquezas que se tienen. Egipto, Libia y Túnez eran países con un crecimiento del PIB relativamente alto, aunque sus riquezas estaban concentradas en manos de un escaso grupo de personas. Otra esperanza mundial está vinculada con una posible llegada de líderes que sean capaces de levantar la economía de su país y desarrollar allí la democracia.
No obstante, la Primavera Árabe no solo ha dañado la economía de la zona, sino también los procesos económicos mundiales. Inevitablemente ha influido en el crecimiento de los precios de las materias primas y detuvo la economía global. Según los analistas del periódico italiano La Stampa, en los países que tienen una alta probabilidad de derrocamiento de régimen, la caída del PIB puede alcanzar el 8%.
Según The Daily Star Lebanon, en Marruecos, un importador de petróleo con una economía relativamente estable donde la Primavera Árabe impulsó una serie de reformas, la caída total del PIB ha sido de un 1%. Para Jordania, cuyo régimen -según los analistas del diario- podría ser el siguiente en ser derrocado, las pérdidas de la economía ya alcanzan el 8%.
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