El legendario cantante estadounidense Elvis Presley afirmó varias veces no ser de este mundo, asegurando que venía de la novena luna de Júpiter y tenía poderes para curar a los enfermos, manipular el clima e incluso proyectarse hacia las estrellas.
El escritor e investigador Miguel Conner, en su libro 'El Elvis oculto: La vida mística y mágica del Rey' (2025), revela que el icónico músico, recordado en gran medida como un cristiano devoto, no solo estudió obsesivamente el misticismo y la magia, sino que afirmaba a sus amigos más cercanos que realmente podía practicarla. También creía en la reencarnación y la meditación, la cual consideraba más efectiva que las drogas, aunque su adicción a los estupefacientes contribuyó a su muerte prematura con 42 años en 1977.
Conner traza la diversa trama mística que recorre la vida de Elvis, basándose en relatos de primera mano de sus allegados, como su esposa Priscilla, la mafia de Memphis y sus consejeros espirituales. Las creencias del músico eran una mezcla de su fe cristiana y principios místicos, desafiando las percepciones de su vida pública.
Al examinar los aspectos conspirativos y paranormales de su vida, el autor explora las "visitas de Elvis" ocurridas desde su muerte y la extrañeza general de su vida. Según Conner, Elvis no fue solo un rockero excepcional, también fue el mago más grande que EE.UU. haya dado.
Presley afirmó más de una ocasión haber tenido encuentros con ovnis, y algunos casos con testigos que lo confirmaron. En 1966, él y su guardaespaldas vieron una luz extraña alrededor de su mansión de Bel Air, en California. En otra ocasión, mientras conducían por Nuevo México, observaron un disco brillante surcando el cielo nocturno que desapareció tras un brusco giro. En una tercera ocasión, Elvis y su padre, Vernon, afirmaron haber visto un ovni azul flotando sobre el jardín de su mansión Graceland durante unos cinco minutos.
"Guardaespaldas original" o "gemelo psíquico"
Según Conner, ocurrieron sucesos extraños en torno a Elvis desde el momento en que nació. La noche de su nacimiento, su padre vio una luz azul sobre su casa, creando un ambiente misterioso. El cantante creía que una luz azul al nacer simbolizaba su conexión con Dios y su poder divino. Este color se convirtió en su favorito y lo asociaba con habilidades curativas.
Desde niño, el 'rey del rock' aseguraba que escuchaba la voz de su hermano gemelo fallecido, Jesse, a quien consideraba su "guardaespaldas original" o "gemelo psíquico", afirmando que, tras perder a su hermano, siempre había sentido que le falta una parte de él. Presley creía que este álter ego, que no estaba ni completamente vivo ni completamente muerto, también poseía poderes sobrenaturales.
Influenciado por los cómics de superhéroes, adoptó sus elementos en su estilo personal. La estrella se inspiró mucho en otras religiones, contándoles a sus amigos que creía en la reencarnación, un principio clave del budismo. La meditación se convirtió en una parte importante de su vida religiosa.
"La meditación es mejor que cualquier droga que conozco", decía.
A veces Elvis les confiaba a sus amigos que sentía que Dios lo había puesto en el camino de ser una superestrella para mostrar a otros el camino hacia otros reinos de la existencia.
El legendario artista afirmaba haber sanado la artritis y otras dolencias de su abuela al colocarle las manos en la frente, rezar y visualizar el color azul. Su esposa Priscilla y su novia Ginger Alden renfrendaron que tenía poderes curativos. Asimismo, Jerry Schilling, amigo cercano de su infancia, relató que tras sufrir un accidente de motocicleta sufría un intenso dolor de espalda, hasta que un día el cantante le puso las manos en la espalda y comenzó a rezar y a visualizar una luz azul, y de esta manera alivió su dolor. "Lo que Elvis hizo, de alguna manera, funcionó", contó.
La lista de supuestos curados es extensa. Sin embargo, no tuvo éxito con un guardaespaldas escéptico, lo que Conner reconoce que podría indicar que el presunto poder curativo podía deberse a un efecto placebo.
Asimismo, George Klein, amigo de toda la vida, recordó que Elvis acercó su mano a unos arbustos, que empezaron a temblar. La leyenda de sus poderes persiste, con muchos afirmando haberlo visto con vida incluso casi 50 años después de su muerte.
