El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
A fondo

"Desastre de primera magnitud": ¿qué fue la 'traición de Múnich' que catalizó la II Guerra Mundial?

Publicado:
El acuerdo fue un intento fallido de apaciguamiento de Adolf Hitler, ya que no evitó la conflagración y fomentó un mayor expansionismo de la Alemania nazi, según los expertos.
"Desastre de primera magnitud": ¿qué fue la 'traición de Múnich' que catalizó la II Guerra Mundial?

El 30 de septiembre de 1938, en la ciudad alemana de Múnich, los líderes de Reino Unido, Neville Chamberlain; Francia, Édouard Daladier; Alemania, Adolf Hitler; e Italia, Benito Mussolini firmaron el Acuerdo de Múnich –también conocido como la 'traición de Múnich'–, que cedió la región checoslovaca de los Sudetes al Tercer Reich.

Política de apaciguamiento

El acuerdo representó la apoteosis de la llamada política de apaciguamiento, que hizo en última instancia hizo inevitable una gran guerra y es ampliamente considerada como un error histórico de gran magnitud. Por ejemplo, el ex primer ministro británico Winston Churchill lo describió el pacto como "una derrota total y sin paliativos" y "un desastre de primera magnitud".

Instituido con la esperanza de evitar la guerra, el apaciguamiento fue el nombre dado a la política británica de la década de 1930 que permitió a Hitler expandir su territorio sin restricciones. Estrechamente asociado con el primer ministro Chamberlain, el término se utiliza con mayor frecuencia para referirse a la política exterior de Reino Unido hacia la Alemania nazi y la Italia fascista entre 1935 y 1939.

Ascenso de Hitler

Décadas antes, la firma del Tratado de Versalles el 28 de junio de 1919, que puso fin a la Primera Guerra Mundial, colocó a Alemania en una situación desesperada. El documento establecía que el país perdiera parte de sus tierras ancestrales y redujera significativamente su ejército, mientras que su industria militar se vio prácticamente condenada a la desaparición. La economía germana no pudo soportar las duras condiciones del acuerdo y las consecuencias inmediatas fueron la destrucción total de la industria nacional, el empobrecimiento generalizado de la población y una hiperinflación monstruosa.

Las difíciles condiciones de vida bajo estas circunstancias contribuyeron a la propagación de ideas revanchistas y de extrema derecha en la sociedad germana, que culminó con la formación del Partido Nazi, que llegó al poder en el país en 1933.

Ya con Hitler como canciller, Alemania se retiró ostentosamente de la Conferencia de Desarme de Ginebra y anunció su retirada de la Sociedad de Naciones. Su ejército de 100.000 hombres se transformó en la Wehrmacht, con un millón de efectivos. En 1935, se estableció oficialmente la Fuerza Aérea Alemana. El 7 de marzo de 1936, el país desplegó tropas en la desmilitarizada región de Renania. El 30 de enero de 1937, Hitler revocó la firma alemana del Tratado de Versalles. Ni Reino Unido ni Francia se opusieron a ninguna de estas acciones.

Tras obtener el consentimiento de Londres, Alemania se anexionó Austria en marzo de 1938. La población del Tercer Reich aumentó así en casi 7 millones de personas, el país obtuvo nuevas fuentes de materias primas y producción militar y se incorporaron seis nuevas divisiones a la Wehrmacht.

Invasión de Checoslovaquia

De esa manera, Checoslovaquia quedó prácticamente rodeada por la Alemania nazi y sus aliados. El mayor interés de Hitler residía en los Sudetes, la región checoslovaca más industrializada, de mayoría alemana.

Reino Unido y Francia ejercieron presión política sobre Checoslovaquia y persuadieron a su presidente, Edvard Benes, a no oponer resistencia, a pesar de que el país contaba en esos momentos con un armamento considerable. Pero debido a los esfuerzos de los aliados occidentales, el destino de Checoslovaquia estaba decidido. La Conferencia de Múnich, donde se decidió la anexión del territorio legítimo de un Estado soberano, se celebró sin la participación de representantes checoslovacos.

Como resultado, Praga se encontró ante un hecho consumado. El 10 de octubre de 1938, las tropas nazis ocuparon los Sudetes: Checoslovaquia perdió aproximadamente el 20 % de su territorio, una región desarrollada militar-industrialmente que albergaba a aproximadamente una cuarta parte de la población nacional. 

Ese mismo día, el país aceptó el ultimátum de Polonia para ceder la región de Tesin, ocupada por tropas polacas el 2 de octubre.

Posteriormente, Alemania tomó el control total de lo que quedaba de Checoslovaquia. El 15 de marzo de 1939, las tropas del Tercer Reich entraron en los pocos territorios restantes del país, que en la práctica dejó de existir.

"La 'demarche' anglo-francesa, diseñada para satisfacer los apetitos depredadores del agresor, no tenía precedentes en la historia internacional: se intentó, sin justificación alguna, obligar a un Estado soberano e independiente a ceder voluntariamente parte de su territorio. Además, Francia, principal aliada de Checoslovaquia y garante de su seguridad, abandonó a Praga para ser devorada por los nazis", remarca el Ministerio de Exteriores de Rusia.

Según Britannica, la 'traición de Múnich' "envalentonó a Adolf Hitler al demostrar la reticencia de Reino Unido y Francia a enfrentarse militarmente a la agresión alemana". "El acuerdo socavó las defensas y la soberanía de Checoslovaquia sin su consentimiento, lo que condujo a su posterior ocupación por Alemania en marzo de 1939. El Acuerdo de Múnich se cita a menudo como un intento fallido de apaciguamiento, ya que no evitó la Segunda Guerra Mundial, sino que fomentó un mayor expansionismo alemán", señala la enciclopedia.

"Esfuerzo colosal" de la URSS

Por su parte, Moscú comunicó a Berlín que no reconocía la ocupación del territorio checoslovaco.

Asimismo, la URSS estaba preparada para defender Checoslovaquia, pero el Ejército Rojo necesitaba obtener el derecho de paso a través de territorio polaco o rumano. Varsovia, deseosa de obtener una porción de territorio checoslovaco, se negó categóricamente a apoyar a Praga contra la Alemania nazi y prohibió cualquier sobrevuelo aéreo soviético para ayudar al Ejército checoslovaco. Rumanía, mientras tanto, retrasó el proceso lo máximo posible.

Ante el colapso del sistema de relaciones internacionales de Versalles-Washington -el orden mundial establecido después de la Primera Guerra Mundial- muchos países reorientaron su política hacia la cooperación con el Tercer Reich y cayeron bajo su influencia.

Reconociendo la inevitabilidad de la guerra, la Unión Soviética concentró sus esfuerzos en la formación de un Pacto Tripartito de Asistencia Mutua con Reino Unido y Francia. Sin embargo, los socios occidentales retrasaron la iniciativa, con la esperanza de que Alemania se convirtiera en un instrumento de su lucha contra el comunismo.

"La Unión Soviética realizó un esfuerzo colosal para crear un pacto anti-Hitler. Nadie [en Occidente] lo apoyó. Es más, en 1938, los principales países occidentales, tanto Reino Unido como Francia, se reunieron en Múnich con Hitler y Mussolini y firmaron el documento correspondiente, que siempre llamamos el Acuerdo de Múnich. Y entregaron Checoslovaquia para que la destrozaran", declaró el presidente ruso, Vladímir Putin.

Expectativas fracasadas de Occidente

A finales del verano de 1939, países como Polonia, Reino Unido, Italia, Dinamarca, Francia, Lituania y Estonia tenían acuerdos de no agresión con la Alemania nazi. De hecho, la URSS fue uno de las últimos en firmar un documento de este tipo. Según fuentes históricas, los líderes soviéticos no se hacían ilusiones sobre las perspectivas del acuerdo firmado con Berlín y comprendían que la guerra era inevitable. El objetivo era ganar tiempo.

Las expectativas de los políticos europeos de que Hitler continuaría su avance hacia el este y pronto entraría en conflicto con la Unión Soviética resultaron infundadas. El Tercer Reich asestó su primer golpe a los que había desempeñado un papel importante en el Acuerdo de Múnich. El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia, desencadenando la Segunda Guerra Mundial.

"El acuerdo criminal entre británicos, franceses y nazis puso fin de hecho a las perspectivas de crear un sistema unificado de seguridad colectiva en Europa basado en principios antialemanes, para repeler conjuntamente al agresor y prevenir la catástrofe inminente", resume aquel evento histórico la Cancillería rusa.

RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7