Los plátanos, originarios del sudeste de Asia, son frutas prácticas, llenas de nutrientes, saciantes y muy económicas. Sin embargo, la creencia de que elevan rápidamente la glucosa en sangre debido a su sabor dulce y a su contenido en carbohidratos ha llevado a algunas personas con diabetes a excluirlos de sus dietas.
Contrariamente a esta idea, las observaciones clínicas a largo plazo han revelado que ciertos pacientes diabéticos que comían plátanos con moderación no sufrieron un deterioro de su salud y presentaron mejoras inesperadas.
Evita descensos peligrosos de glucosa
Uno de los beneficios destacados por los médicos es la prevención de episodios de hipoglucemia, que se produce cuando el nivel de glucosa sanguínea desciende por debajo del rango saludable. Esta condición suele presentarse en personas que usan insulina o fármacos para disminuir la glucemia.
De acuerdo con evidencia clínica, consumir plátano como refrigerio entre comidas o antes y después del ejercicio contribuye a reducir las fluctuaciones bruscas de glucosa, especialmente las bajadas repentinas.
Repone el potasio y regula la presión arterial
Los especialistas también resaltan que el plátano aporta una cantidad significativa de potasio, un mineral que suele ser escaso en dietas con restricciones calóricas o de sal. El potasio ayuda a regular la presión arterial y favorece la salud cardiovascular, un punto importante en pacientes diabéticos, quienes tienen mayor riesgo de complicaciones cardíacas.
Mejora la salud intestinal
Muchos diabéticos padecen alteraciones intestinales, como estreñimiento o hinchazón, lo que puede interferir con el control de glucosa en sangre. Los expertos recalcan que el contenido de fibra dietética y almidón resistente presente en los plátanos puede tener efectos positivos sobre el microbioma intestinal.
Un entorno intestinal saludable ha sido vinculado con un mejor control metabólico y sensibilidad a la insulina, lo que puede ayudar a regular la concentración de azúcar. "Los plátanos no solo aportan calorías, sino que participan en una regulación metabólica más profunda", señalan los médicos.
Asimismo, indican que el equilibrio general de la dieta sigue siendo fundamental, y comer grandes cantidades de plátano o hacerlo de manera desordenada puede aumentar la cantidad de carbohidratos y elevar la glucosa si no se acompaña de control y supervisión médica.
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