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Boda convertida en masacre: decenas de testigos y fuerte despliegue de seguridad para el macrojuicio
El acusado, conocido como 'El Portugués', enfrenta la petición de pena de cadena perpetua revisable.
Este lunes se da el pistoletazo de salida en Madrid un macrojuicio por la masacre que tuvo lugar en la celebración de una boda en noviembre de 2022 en la que perdieron la vida cuatro personas —dos hombres, una mujer y un menor— y nueve resultaron gravemente heridas.
Por el juzgado de la Audiencia Provincial de Madrid desfilarán decenas de testigos, además de peritos, policías nacionales, guardias civiles y policías municipales de Torrejón de Ardoz, municipio madrileño en el que se cometió el crimen, que participaron en la investigación.
El juicio se desarrollará durante tres semanas en medio de un fuerte dispositivo de seguridad para evitar altercados entre la familia del acusado y las de las víctimas, con decenas de agentes de policía y el refuerzo de la seguridad del juzgado.
La Fiscalía pide una condena de 226 años de prisión por cuatro delitos de asesinato y nueve de intento de asesinato. Las defensas de varios de los fallecidos piden la cadena perpetua revisable, según informa El País.
Incidente con otros invitados acaba en tragedia
Los hechos tuvieron lugar ya entrada la madrugada, poco antes de las 03:00 a la salida del restaurante donde se había celebrado el convite nupcial con más de 200 invitados. Entre ellos estaba 'El Portugués', que había acudido acompañado de dos hijos menores y dos sobrinos.
Todo se desató por un incidente de uno de los menores con otros invitados, según señala el escrito de acusación al que ha tenido acceso ABC, lo que desembocó en que el acusado y su grupo fuera conminado a abandonar el local.
Tras protagonizar varios enfrentamientos con otros invitados, 'El Portugués', una vez fuera del establecimiento, se montó en su vehículo y embistió contra la multitud que se arremolinaba a las puertas.
Tras el atropello múltiple huyó del lugar y fue detenido en los alrededores de la localidad de Seseña, en la limítrofe provincia de Toledo, donde abandonó el vehículo, severamente dañado, e intentó huir a pie sin éxito. Desde entonces permanece en prisión provisional.
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