El jefe del Comando Futuro del Ejército de EE.UU., James Rainey, aseveró en una entrevista con The Times que su país se está quedando atrás en la carrera armamentística de los drones, perdiendo ante Rusia, y comparó ese reto con la carrera espacial y la nuclear.
Rainey resaltó la urgencia de adaptarse a la nueva realidad de las guerras, en las que los vehículos aéreos no tripulados juegan un papel determinante, y declaró que hasta el momento EE.UU. ha fallado en equipar a sus soldados con drones y con armas para luchar contra ellos. Rusia "nos lleva ventaja en materia de vehículos aéreos no tripulados en este momento", dijo el alto general.
"Los jóvenes van a pagar el precio de nuestra incapacidad para proporcionar rápidamente a esos soldados lo que sabemos que necesitan", afirmó Rainey, refiriéndose a los drones. El general sostuvo que en el Pentágono ya hay un "sentido de urgencia sin precedentes" sobre la carrera de los drones, pero Washington todavía está perdiendo ante ese desafío.
"Hay tecnologías que sabemos con certeza que necesitaremos la próxima vez que vayamos a la guerra, sin lugar a dudas. Para contrarrestar la guerra electrónica con sistemas de aeronaves no tripuladas, tenemos que conseguir más y mejores vehículos aéreos no tripulados al mismo nivel de escalón", manifestó. El alto mando militar consideró "frustrante" que EE.UU. se retrase tanto, pese a que la tecnología necesaria ya existe y simplemente hay que comprarla, sin necesidad de "inventar un programa, fabricar un tanque nuevo o un helicóptero nuevo".
Tecnologías futuras
Como ya muchos analistas, Rainey señaló que el conflicto ucraniano se ha convertido en una especie de "campo de pruebas" para nuevas tecnologías en materia de vehículos aéreos no tripulados. Y aseguró que, aunque EE.UU. está plenamente atento al conflicto entre Moscú y Kiev, no ha logrado obtener la información y el equipo clave necesarios para afrontar futuras amenazas.
De otra parte, consideró que la siguiente etapa de nuevas tecnologías en los conflictos armados, tras los drones aéreos, serán los sistemas autónomos terrestres, como robots o vehículos con orugas. Según dijo, la guerra del futuro incluirá inevitablemente tecnología no tripulada, aun cuando los soldados deberán seguir combatiendo.
"No se trata de sustituir a los seres humanos, eso es una tontería. El arte consistirá en averiguar cómo optimizar a los seres humanos y las máquinas para conseguir la mejor combinación posible, la más letal. ¿Cómo se puede transferir el riesgo a las máquinas, de la forma adecuada y en el momento oportuno, y optimizar a los seres humanos para las tareas que solo ellos pueden realizar?", explicó.